Empieza a notarse la escasez en los manantiales de los que se surten algunas casas
13 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.De momento no se puede hablar de sequía, pero sí de escasez de agua, patente ya en los manantiales de los que se abastecen algunas viviendas de la parroquia de Magalofes, en Fene. Ante esta situación, que se repite en los últimos años, la Asociación de Veciños San Xurxo ha presentado un escrito en el Concello solicitando una reunión «urxente» con el alcalde y los portavoces de todos los grupos de la corporación. Quieren saber «en que estado se atopa» su demanda: la ampliación de la traída municipal de aguas a más de 300 vecinos de Magalofes, que residen en las entre 110 y 115 casas habitadas.
El regidor, el popular Gumersindo Galego, espera que a finales de este mes esté lista la actualización del proyecto elaborado en 2008 para extender la red de abastecimiento desde el polígono de Vilar do Colo hasta Magalofes. Hace varios meses que el Concello encargó la revisión a la empresa Proyfe. Galego constata que en los más de diez años transcurridos desde la redacción del proyecto se han producido cambios normativos que implicarán modificaciones técnicas y de costes. El presupuesto que se barajaba hace una década era de 1,2 millones de euros.
El mandatario local fenés sostiene que ha cumplido sus compromisos, primero, con la adquisición de los terrenos donde se construirán los depósitos de los que se suministrará agua a las viviendas de Magalofes, San Marcos y la parte alta de Sillobre. Y ahora, con la revisión del proyecto. En cuanto lo reciba, anuncia que convocará una reunión con la Xunta de Galicia, la Diputación y los vecinos, «para tratar cómo se financia su ejecución».
El colectivo San Xurxo pide reunirse ya con el alcalde y los portavoces municipales
En el escrito entregado ayer en el consistorio local, el colectivo San Xurxo lamenta que «non houbera ningunha resposta ou solución» al problema del agua después del encuentro celebrado el pasado 6 de febrero con representantes de Augas de Galicia, Diputación y Ayuntamiento. Y solicita una reunión «á maior brevidade posible» para abordar esta situación, los pasos dados y, sobre todo, los aún pendientes.
«Todos os veciños temos problemas coa auga, en maior ou menor medida. A min nunca me secou o pozo, pero estou regando a horta a mínimos porque teño medo a quedar sen auga calquera día», relata uno de los afectados. El presidente de la asociación mantiene que la mayoría de los residentes en la zona «engancharanse á rede municipal», una vez que se ejecute, «por temor a que chegue un día que non haxa auga no pozo particular». Así ocurrió entre julio y diciembre de 2017, con varios damnificados que no recordaban una situación igual.