Santa Ana, seis meses de aislamiento

J. C. M. FENE

FENE

CESAR TOIMIL

Tras medio año de protestas por los problemas derivados de las obras de mejora de la N-651, Fomento sigue sin dar soluciones a los feneses que residen en la zona

13 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis meses han transcurrido desde que los vecinos de Santa Ana, en Fene, se movilizaran por primera vez en protesta por los problemas de aislamiento derivados de las obras de mejora de la seguridad vial en las peligrosas curvas de la zona. Y otros tantos desde que el PSOE registrara las primeras preguntas en el Senado dirigidas a conocer la postura del entonces Gobierno popular sobre el tema. Un semestre de protestas y adhesiones sin que, por el momento, se atisben las soluciones inmediatas reclamadas por los vecinos.

«Todo sigue igual», resume de forma tajante, Ángel Dobarro, propietario del taller existente en esta zona fenesa que se sitúa a apenas 900 metros del casco urbano del municipio. La sentencia lanzada por Dobarro podría traducirse en que Fomento todavía no ha movido un dedo para resolver el problema de incomunicación que llevan denunciando estos feneses desde hace 25 semanas. Un problema que está empezando a repercutir en su negocio.

Las obras para optimizar la seguridad en las cercanías de sus casas, realizadas por el Ministerio a instancias del propio Concello para atajar el acuciante problema de siniestralidad de las curvas del kilómetro 29 de la N-651 (38 accidentes en cuatro años, con tres personas fallecidas), implicaron la supresión de un carril, la reducción de la velocidad, la construcción de una mediana y lo que, en realidad, trae de cabeza a los residentes, la nueva señalización horizontal en la que desaparecieron las líneas discontinuas. Una medida que obliga a los residentes de la calle Santa Ana y de la Avenida Porta do Sol desde hace unos 175 días a recorrer más de cinco kilómetros -el trecho que los separa de la rotonda del polígono industrial- cada vez que quieren acercarse a comprar o a realizar cualquier tipo de gestión al centro del pueblo.

Una situación que dio pie a un amplio calendario de protestas, a reuniones con los grupos políticos e incluso a debates en instituciones como la Diputación, donde se firmó una declaración de apoyo a las reivindicaciones vecinales e incluso en el Congreso de los Diputados. En esta cámara salió adelante el 30 de mayo, de la mano de En Marea y PSOE, una moción exigiendo al Gobierno el restablecimiento de la señalización horizontal, «instalar por vía de urgencia una glorieta», para canalizar adecuadamente el tráfico, e implementar medidas complementarias para la seguridad de ciclistas y la redacción de un proyecto de humanización del tramo, en el que ni siquiera existe un paso de cebra.

El alcalde, Gumersindo Galego, confirma que, por el momento, no hay novedades, y los vecinos esperan noticias de la nueva subdelegada del Gobierno con la que se reunieron para que mediara ante Demarcación de Carreteras. Por su parte, Antón Noceda, el portavoz socialista fenés, insiste en que, a pesar del parón estival, los vecinos siguen reuniéndose y las reivindicaciones se mantienen: «Queremos que se impoña o sentido común e que fagan a glorieta ou simplemente despinten a liña continua e retranqueen un pouco a mediana». Mientras, en la zona algunos conductores se la siguen jugando.

Los vecinos piden el restablecimiento de la anterior señalización y una glorieta