Los vecinos de este barrio de Fene se movilizan mañana por su incomunicación
19 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Después de catorce semanas de incomunicación y en vista de que no hay visos de solución a corto plazo, los vecinos de Santa Ana se preparan para dar la batalla a Fomento. Acaban de acordar el arranque de un calendario de movilizaciones para reclamar acciones inmediatas que permitan a los residentes y a los usuarios de la única empresa afectada por las obras de mejora de la seguridad en las curvas de la Nacional VI a su paso por la zona, incorporarse a ambos sentidos de circulación. La primera será mañana mismo, viernes.
Saben que no lo tienen fácil, pero no renuncian a reclamar lo que consideran justo. Celebran que, por fin, el Ministerio, titular del vial, tome cartas en el asunto para acabar con uno de los tramos con mayor siniestralidad de la red gallega, pero quieren que se modifique el proyecto para no verse perjudicados. Actualmente, debido a la construcción de la mediana y la nueva señalización horizontal, se ven obligados a recorrer kilómetros para desplazarse en coche al casco urbano, situado a apenas 1.000 metros o jugarse la vida, saltando la mediana, para depositar la basura en el contenedor más cercano.
Hartos de la situación, se preparan para hacer ruido y que sus reivindicaciones no se queden en el olvido. Será el próximo viernes, a partir de las 17.30 horas, cuando se concentrarán a la entrada de la calle Santa Ana y colgarán una macro pancarta, bien a la vista para que los 11.000 vehículos que utilizan a diario por la N-VI.
La reunión celebrada el pasado viernes con Demarcación de Carreteras, a donde acudieron acompañando al nuevo alcalde, Gumersindo Galego, al concejal de Obras, César Castro, y al portavoz socialista, Antón Noceda, fue en su opinión «bastante decepcionante» al no dar soluciones a corto plazo.
Desde el Concello, ahora liderado por los populares, aseguran que hay un compromiso firme de estudiar diferentes alternativas para mejorar la comunicación en la zona, estableciéndose para ello una colaboración entre los técnicos municipales y los de Carreteras en busca de una solución consensuada. Con todo, afirman que no hay plazos. Y ese es, sin duda, el principal elemento de fricción. «Nos dicen que no es fácil y que, a largo plazo, se pueden plantear mejoras como una rotonda, pero a corto plazo nada», apunta Ángel Dobarro, propietario del taller Santa Ana y presente en el encuentro. De su negocio viven un total de siete familias y, según explica, comienza a verse afectado, porque a los clientes les cuesta llegar. «Pusieron muchas trabas, pero los días pasan y aquí la impresión es que no quieren hacer nada», denuncia por su parte, Camilo Rodríguez.
Todos los grupos municipales suscribían a principios de febrero una declaración pidiendo cambios en el proyecto para hacer compatible las mejoras en la carretera con la vida de los vecinos. Solicitaban, entre otras cuestiones, carriles de incorporación para que puedan girar tanto en dirección Ferrol, como en sentido A Coruña; el retranqueo hacia arriba de la mediana para mejorar la visibilidad; el trazado de algún paso de cebra y mejora en los arcenes.