«Mi mujer me dijo: 'Paco, el barco no está', y le contesté: 'No, voló', pero después vi que sí había desaparecido»
FENE
Cuando ocurrió el accidente del Discoverer Enterprise, Francisco Martínez Merlán era encargado de primera contramaestre en Astano. Esa madrugada, él y su mujer tuvieron que levantarse para achicar el agua que entraba a través de los ventanales en su piso del barrio de Caranza. «Mi mujer me dijo: ‘Paco, el barco no está’ y le contesté: ‘No, voló’, pero pronto salí de mi incredulidad, porque vi que, efectivamente, sí había desaparecido», rememoraba ayer a través de Radio Voz y después para este periódico. Al comprobar la magnitud del suceso se dirigió en su coche al puente de As Pías pero, al no poder acceder, dio la vuelta por Xuvia, como tuvieron que hacer todos los vecinos de la comarca los dos meses siguientes para llegar a Fene. Una vez en el astillero, se puso el traje de faena y, tras una reunión con otros mandos de Astano, embarcó en un remolcador para iniciar los preparativos del recuperación del buque, que culminarían esa misma tarde, con un resultado exitoso.