Hito de Astano con la botadura del superpetrolero «Ceuta»

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Hace medio siglo se botaba en las gradas de Perlío el mayor buque construido en España hasta entonces

26 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace cincuenta años, los astilleros de Astano marcaron un hito histórico al botar el superpetrolero Ceuta, que con 98.500 toneladas de peso muerto se convirtió en el mayor buque de los construidos hasta entonces en las gradas españolas. «Solo será igualado en un futuro próximo por el Bonifaz, que en diciembre estará concluido sobre las mismas gradas de Astano que vieron levantar el Ceuta, y superado por el superpetrolero que en los astilleros de Cádiz será botado dentro de algún tiempo y cuyo peso ascenderá a 140.000 toneladas», se podía leer en la crónica de la botadura publicada por La Voz de Galicia el 26 de abril de 1967.

Según se apuntaba en la información, tras la bendición del buque por parte del párroco de Perlío, Manuel Tarrío Bello, la maniobra de lanzamiento fue dirigida por el director de los astilleros, el ingeniero González- Llanos y Galvache. «La maniobra, que se hizo por el sistema de retenida -para evitar el largo desplazamiento del Ceuta sobre el mar en uno de los puntos más estrechos de la ría- resultó perfecta. Apenas, dado el peso que la nave tuvo que arrastar, si se separó metros de las gradas sobre las que se había deslizado suavemente, luego de que la madrina estrellase contra su casco la tradicional botella de champán», explicaba La Voz. El ritual quedó en manos de María Carceller de Cremades, esposa del presidente del Consejo de Administración de la empresa, quien como madrina ocupó el palco presidencial junto al capitán general del Departamento Marítimo, Francisco Núñez Rodríguez; el director general de Industrias Navales, Francisco Aparicio Olmos; y el gobernador civil de la provincia, Antonio Avendaño, entre otras autoridades.

En la noticia también se explicaba que la construcción del buque había costado 800 millones de pesetas. Aunque la botadura del Ceuta suposo un hito en aquella época, pronto fue superado por otros superpetroleros, como el Santa María, botado en Astano en 1975 con 363.150 toneladas de peso muerto.