Los agostos suelen ser, por regla general, aburridos desde el punto de vista políticos. Digo suelen ser, porque no es el caso de este. La temporada estival y el mes de vacaciones por excelencia ha pillado al sector político en plenas negociaciones para formar un gobierno estatal que no acaba de llegar, con un pie metido en las terceras elecciones, y a poco más de un mes de los comicios autonómicos. Con un panorama así, normal que los políticos cambien toalla y playa por asfalto y comparecencia ante los medios de comunicación.
A nivel local, las aguas no dejan de estar menos revueltas en pleno agosto. Los socialistas han reabierto su brecha, tras semanas de tranquilidad, con la dimisión de Rosa Méndez como miembro de la ejecutiva local. Al parecer, dimitió porque considera que la persona propuesta para el cargo de gerente de Urbanismo no es la adecuada. Sin embargo, la teniente de alcalde Beatriz Sestayo asegura que fue ella quien lo propuso y que el cargo de gerente de Urbanismo pasará a mejor vida para transformarse en asesor de promoción económica, la prioridad del Concello.
Mientras tanto, en los municipios de la ría se cuece entre calor y playa una moción de censura en Mugardos y una crisis de gobierno en Fene. En el primer caso el conflicto alcanzará el clímax este viernes con el pleno en el que IU, Iniciativa Cidadá y BNG presentarán una moción de censura contra el primer alcalde popular del municipio. Este, por su parte, asegura que el interés de esta medida es parar una auditoría que detectaría irregularidades de estos partidos cuando gobernaban. En Fene, el BNG ha decidido quedarse solo gobernando en minoría con nada más y nada menos de 4 ediles de 17. Menudo agosto.