Con 42 metros de altura, es la estructura de este tipo autoportante más alta de las que operan actualmente en España
17 dic 2015 . Actualizado a las 11:23 h.El sector de la eólica marina está propiciando el desarrollo de importantes proyectos asociados por parte de empresas de la comarca que han arrimado el hombro desde que Navantia y Windar comenzaron su alianza para traer este negocio a los astilleros de la ría. Un ejemplo de esta colaboración es el andamio diseñado y producido por la naronesa Galictio para el ensamblaje de las jackets en el astillero de Fene. Es, del tipo autoportante -es decir, que no está apoyado en ninguna otra estructura- el más alto que se ha fabricado en España. Mide 42 metros y pesa 105 toneladas.
«Es un andamio que tiene mucho estudio de cálculo de fuerzas, que debe proporcionar una gran estabilidad no solo para subir, sino para trabajar en él», explica Isidro Silveira, director general de la empresa, quien reseña además que en una zona como esta el diseño ha tenido que tomar en cuenta también otros factores, como el viento.
Otro de los aspectos que da singularidad a esta estructura es que cuenta con un ascensor, diseñado no solo para elevar al personal que va a trabajar en el ensamblaje de las jackets -componentes de acero en los que van enclavados los aerogeneradores en el mar, sino también para funcionar como montacargas para portar material y pequeños útiles. Evita así que tengan que intervenir las grúas o usar poleas e igualmente permite al personal moverse con más agilidad, con los consiguientes ahorros de tiempo.
El andamio ya ha sido utilizado en el ensamblaje de las dos primeras jackets, que ya han sido completadas. En la antigua Imenosa, la asturiana Windar construye las piezas de transición, que coronan los componentes, mientras que en la planta de Fene se fabrican las patas, pero ambas estructuras tienen que unirse, con el auxilio de los andamios y también de la grúa pórtico de la factoría.
Segunda estructura
En estos momentos, Galictio está fabricando ya un segundo andamio de idénticas características en el astillero de Perlío que, si se cumplen las previsiones, estará completamente finalizado la próxima semana. Una vez listo, los dos estarán comunicados en su extremo más alto, para facilitar el paso de personas y materiales entre las jackets, y permitirá trabajar en dos de las estructuras a la vez. La factoría tendrá que completar cuatro jackets cada mes para cumplir con los plazos del contrato.
Isidro Silveira subraya el «gran reto» que supone la eólica marina para la industria de la comarca, propiciando la tan ansiada recuperación. Reconoce a Navantia el acierto de haberse lanzado a un sector desconocido, con riesgos, pero con un gran potencial y a Windar haber apostado por la comarca, propiciando «trasmisión de conocimiento, inversión y creación de puestos de trabajo», lo que también ha sido posible por que Iberdrola haya adjudicado la obra a firmas nacionales. «Nosotros nos encontramos en un proceso de desarrollo de nuestras capacidades, una combinación de aprendizaje y adaptación a un sector de tan altas exigencias en los servicios que desarrollamos, es decir, la pintura, andamio y protecciones», afirma el director general de Galictio.