La reducción de costes es el principal reto para el sector

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FENE

Los operadores reclaman un abaratamiento de la producción a todos los elementos del negocio

05 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Instalados los primeros parques eólicos marinos en el Mar del Norte a distancias cortas de la costa y en aguas poco profundas, los siguientes recintos que están promoviendo las empresas del sector están ubicados en emplazamientos más lejanos, lo que encarece los costes de los proyectos. Abaratar las inversiones se ha convertido, pues, en el reto principal que ha de acometer la industria eólica marina y en el que no dejan de insistir los operadores. Ayer, en las jornadas de la Fundación Exponav, Francisco Caamaño, del desarrollo de negocio de renovables en Iberdrola, afirmó que actualmente el ratio de inversión por megavatio en la eólica off-shore ronda los 3,5 millones de euros, y es preciso reducirlo para permitir que este mercado siga siendo competitivo y continúen los proyectos, a partir del año 2020.

Es un objetivo en el que quieren implicar a todos los elementos de la cadena del negocio y en el que buscan la competitividad desde la elección de los emplazamientos hasta los suministradores. En este sentido, inciden en la necesidad de que los fabricantes -como es el caso de Navantia, que produce en el astillero de Fene 29 jackets, o estructuras en los que van anclados los aerogeneradores en el mar- alcancen producciones seriadas, procedimiento que sirva también para el abaratamiento de estos componentes. La estandarización de los productos, la disponibilidad de un marco regulatorio estable y una política de innovación continua son otros de los pilares sobre los que se asienta la estrategia de búsqueda del ahorro de costes.

En el sector se insiste en que la eólica marina tiene que competir además con otras tecnologías, por lo que para mantener su competitividad en el mercado es preciso continuar con las mejoras.

Aunque el 90 % de los parques se encuentran instalados en el Mar del Norte -solo Iberdrola cuenta con un recinto ya en operación, en Reino Unido, impulsa otro en este mismo país, otro en Alemania y un cuarto en Francia- ya se están promoviendo otros en China y Japón, en este último caso impulsados tras el desastre de Fukushima, y también en Estados Unidos.

Está previsto que en el entorno del 2020 haya una potencia de 22 gigavatios de potencia, frente a los ocho que hay actualmente. La demanda de componentes, un mercado en el que se ha adentrado con éxito Navantia y que está generando ocupación en Fene y Puerto Real (Cádiz), será a corto plazo superior a la capacidad de los astilleros europeos.