El husky siberiano más guapo de España es de Cerdido y deja la pasarela canina a los 14 años como número uno
CERDIDO
C-Max pertenece a Juan Ignacio Gomariz, el mejor criador de esta raza en Galicia y uno de los más destacados a nivel estatal
12 dic 2024 . Actualizado a las 16:19 h.A C-Max, un husky siberiano de 14 años nacido y criado en Os Abruñeiros, en Cerdido, le ha llegado la hora de dejar la pasarela canina. Y lo ha hecho a lo grande, con un título nacional (conquistado en Paracuellos del Jarama, en Madrid) que lo reconoce como el más guapo entre los veteranos de su raza. «Fue campeón de España, de Portugal y de Gibraltar, segundo en el Mundial en Milán... y he querido retirarlo siendo el mejor de su categoría en España y también en Galicia», explica Juan Ignacio Gomariz (Ferrol, 1967), asentado en A Barqueira desde hace más de 30 años, casi los mismos que lleva dedicado a criar ejemplares de Siberian Husky. «La raza se introdujo [en mi casa] porque a mi hijo le regaló un cachorro un tío materno. Después me dieron una hembra, hicimos una camada y ya quedamos campeones de Europa», repasa. En todos estos años, sus perros han conseguido numerosos títulos y se ha convertido en el mejor criador de esta raza en Galicia y uno de los más destacados a nivel estatal.
«Para un concurso de belleza tienen que ser sociables, que se dejen tocar, no echen la boca, que estén quietos y sepan moverse... En esta raza hay que cuidar mucho el pelo, se busca la estructura perfecta, buena cabeza, buenos ojos...», explica. Detrás de los trofeos obtenidos por C-Max y sus compañeros (la mayoría, familiares), hay muchas horas de entrenamiento por el monte y en agua. «Trabajo mucho en la piscina o el río, porque el agua salada les daña el pelo, en invierno me pongo el neopreno, y en verano nado con ellos para que el movimiento sea mucho más bonito», describe. Gomariz se define como un adiestrador «a la vieja usanza», frente a quienes utilizan cintas, y suele salir a correr cada día con uno de sus ejemplares.
Ahora tiene siete, entre ellos un cachorro que espera que salga campeón joven en el concurso nacional e internacional que se celebrará en Lugo en enero. Compagina su trabajo en el polígono industrial de As Somozas con el cuidado y el entrenamiento de sus canes. Destaca la importancia de conseguir «una buena compenetración» con el animal, además de extremar «la limpieza o el peinado». «Es un trabajo diario y requiere disciplina», dice.
«El de la chaqueta amarilla»
Gomariz, a quien conocen como «el de la chaqueta amarilla» en el circuito nacional (siempre viste la americana que le regalaron y le ha dado especial visibilidad y suerte), cuenta con el apoyo de su mujer, Luisa Meizoso. Juntos han viajado por toda España y otros países, en escapadas que se financian, igual que todo lo demás, puesto que los premios (que almacena en una caseta) no tienen dotación económica.
«Es una labor difícil y costosa, todo sale del bolsillo, desde la inscripción al pienso, las vacunas o la desparasitación», comenta. Pero ha conseguido competir «con los mejores del mundo» y, por encima de los triunfos, ha alcanzado «el reconocimiento» de criadores y jueces. A C-Max, como al resto de jubilados de la pasarela —«me gusta que lo dejen siendo el número uno»—, ahora le toca «disfrutar», alejado de la tensión y el estrés de los viajes y los concursos. «No todos los perros llegan a ser campeones, pero aquí los queremos a todos por igual y les damos el mismo cariño», remarca. ¿Qué le aportan? «Alegría, vida, no te dejan estar quieto».