Adiós al centenario Lino, que leyó sin gafas novelas de vaqueros hasta el final: «Fixo xoguetes de madeira para toda Cedeira»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida CEDEIRA / LA VOZ

CEDEIRA

El centenario Lino Suárez Piñón, de Cedeira
El centenario Lino Suárez Piñón, de Cedeira JOSE PARDO

Falleció a punto de cumplir 102 años, vivió solo e independiente, sus amigos lo recuerdan como «un home solidario e de conciencia obreira»

09 may 2025 . Actualizado a las 23:50 h.

Nacido el 4 de julio de 1923, como enseñaba orgulloso en su DNI, Lino Suárez Piñón era uno de los mejores ejemplos de los centenarios gallegos. Vitalista, independiente, vivía solo y se hacía el desayuno a sus casi 102 años, leía novelas de vaqueros de su apreciado Marcial Lafuente Estefanía sin necesidad de gafas. Y construía juguetes de madera que regaló durante toda su vida a generaciones de niños en Cedeira y a todo el que tenía la suerte de irlo a visitar. El centenario Lino falleció este jueves, dejando un poco más huérfana a Cedeira y con nostalgia de tiempos que ya no volverán. Trabajó desde los 16 años en aserradores y también en el mar. Y como lo recuerda su amigo el cedeirés Xesús Anxo López Pintos, «foi un obreiro dos traballos máis duros, na madeira, no monte, nos aserradeiros a man; un home moi solidario e independente ata o final».

Era uno de los hombres que «serraba a man e cargaba os camións a lombo, con conciencia obreira». Desde pequeño ya tallaba pistolas y puñales. Y durante toda su vida hizo tigres, leones, elefantes que dan buena suerte... bastones con empuñadura de salamandra: todo tipo de regalos «para nenos e neas de Cedeira, que agora son un tesouro, era unha persoa moi aprezada», continúa Pintos. 

Lino Suárez Piñón, a la derecha, con sus compañeros fundadores del Club de Fútbol Area en Cedeira
Lino Suárez Piñón, a la derecha, con sus compañeros fundadores del Club de Fútbol Area en Cedeira

En un reportaje realizado hace poco más de un año en su casa, Lino explicaba cómo se levantaba a las 07.30 cada mañana para hacerse el desayuno: «Quento leite, preparo xamón na tixola, corto queixo e pan... e fágome un bocadillo». Y bromeaba: «Non sei por que duro tanto, só bebín viño branco Cámaras pero nunca copas (risas)... e fixen de todo menos casarme, pero porque non me quixeron (risas)».

Hijo de un marinero y una modista, Lino fue el menor de siete hermanos (tres hombres y cuatro mujeres): «Catro quedamos solteiros». Fundó junto a 17 amigos en los años 40 el club de fútbol Area de Cedeira, donde jugó de medio. Echaba mucho de menos a sus hermanos, «pero cunha novela de Estefanía non penso en nada». Deportivista de corazón, llegó a viajar en lancha desde Cedeira hasta A Coruña para no perderse un partido. Un centenario extraordinario al que ahora Cedeira dice adiós.