Leira Antiga, del «cordon blue» a la merluza de Cedeira en tempura o el chuletón de buey «Wagyu»
CEDEIRA

Dolores y Fernando llevan 18 años mimando a su clientela en el hospedaje y el mesón, una apuesta por el producto local de temporada y el servicio
17 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Nadie, salvo las encargadas de los fogones, conocen la receta del cordon blue de Leira Antiga, uno de los platos favoritos de muchos de sus clientes, sobre todo la gente más joven. Dolores López García (A Barqueira-Cerdido, 1966) y Fernando Cheda Villadóniga (Cedeira, 1963) abrieron el negocio el 1 de julio de 2005. Ella regentaba una tienda de ropa infantil y él era comercial de una empresa de materiales de construcción, y decidieron emprender en un sector que desconocían y al que han entregado los últimos 18 años. La decoradora de origen ferrolano Belén Sueiro les ayudó a crear el ambiente rústico que buscaban para su negocio, un hospedaje de ocho habitaciones (con un jacuzzi común y un servicio de bicicletas eléctricas) y un restaurante con una zona acristalada y unas magníficas vistas a la ría de Cedeira.
Leira Antiga se encuentra en Piñeiro, a 1,2 kilómetros del centro de la villa. Abre todo el año (salvo las noches del 24 y del 31 de diciembre y las mañanas de Navidad y Año Nuevo), con servicio de desayuno, comida y cena (y opción de pensión completa para sus huéspedes). Los propietarios del establecimiento reconocen que los inicios «fueron duros» y agradecen la fidelidad de la clientela, a la que miman con su doble apuesta por la calidad —producto fresco, local y de temporada— y la atención.
Con una plantilla de diez personas, que refuerzan en verano, ofrecen menú del día (de lunes a viernes, a mediodía), variado, y una carta que combina carne, pescado y marisco. Entre sus apuestas figuran el chuletón y el entrecot de vaca rubia gallega madurada, y el chuletón de buey de la raza japonesa Wagyu, que descubrieron en Plasencia, cuando volvían de viaje. Entre sus pescados destacan la merluza de Cedeira en tempura, el pulpo (á feira o a la plancha) y los calamares de la ría, el marraxo fresco, el rape o el salpicón de buey de mar. De los postres, todos caseros, triunfa la torrija de crema de orujo.
Hay otros platos, como el cordon bleu o el cachopo (de buey o de ternera, ambos con cecina), con muchos adeptos en Leira Antiga, y otros más recientes como el jabalí. «Casi todo lo que ofrecemos es de elaboración propia», señalan. El coste medio por persona, sin vino, oscila entre 15 y 25 euros. Dolores, «el alma del negocio», según su marido, supervisa la cocina, de la mano de la rumana Cristina Georgescu. «Tenemos un personal de diez», elogia Fernando, el ideólogo de casi todo, como apunta su mujer.
A estos hosteleros, de trato familiar y cercano, les gusta innovar sin renunciar a sus platos clásicos, muy demandados por los comensales. En los períodos vacaciones, el local se llena de turistas; y el resto del año acuden trabajadores (muchos a diario, de lunes a viernes) y gente de toda la comarca, de Ferrol a Ortigueira, los fines de semana y festivos, con dos turnos de comidas y, a poder ser, con reserva previa.
Dolores, que forma un tándem casi infalible con Fernando, resume así estos 18 años: «Fue una aventura y salió bien», con obstáculos y con una dedicación total. A veces les sorprende que aún haya gente que les acaba de descubrir. «Al no estar en el pueblo, tardas más en que te conozcan», apuntan. Eso sí, quien prueba suele repetir y recomendar la experiencia.