Noelia Blanco retrata a sus vecinas: «Las mujeres de Cedeira son fuertes y valientes»

ana f. cuba CEDEIRA / LA VOZ

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La autora, junto a las fotos que ocupan buena parte de la cristalera de su local, en el centro de Cedeira
La autora, junto a las fotos que ocupan buena parte de la cristalera de su local, en el centro de Cedeira I. F.

La joven fotógrafa y diseñadora gráfica abrió hace un año el estudio Akelarre y ha celebrado el 8M con una exposición en blanco y negro de 135 cedeiresas

11 mar 2023 . Actualizado a las 14:15 h.

«Mírame a mí», le dice Carla a su madre, apuntando con el dedo hacia su foto. «Mira mi madre», repite otro niño. La cristalera de Akelarre no pasa inadvertida. Todos se detienen ante el mural montado por Noelia Blanco López (Cedeira, 25 años) con los rostros de 135 vecinas, mujeres de todas las edades y oficios, como su bisabuela Pura (Purificación Prieto), ya fallecida, que se hizo cargo de la panadería familiar (El horno de Gonzalo) muy joven, a raíz de la muerte prematura de su marido; su abuela Manuela Rodríguez, costurera, que regentó dos tiendas en Cedeira; su madre, Manuela López, maestra de infantil y primaria, y concejala; y ella misma, una joven emprendedora que estudió fotografía y diseño gráfico, y abrió hace un año su propio negocio en su pueblo.

En Akelarre, además del estudio de fotografía, Noelia personaliza todo tipo de productos (camisetas, mochilas, bolsas...) y ofrece servicios de diseño gráfico y web, y copistería. Trabaja de la mano con tres talleres de Ferrol: Señor Lence, Sys y Moscofly. Pero su pasión es la fotografía. «Ya antes de estudiar tenía una cámara y hacía las fotos de mis amigas cuando íbamos por ahí», cuenta.

La imagen fija le ha servido para expresar sus reivindicaciones «como mujer feminista». «El 8M me tiró desde niña. Estudié en el IES Leixa [Ferrol] y una compañera y yo ganamos el concurso del cartel del 8 de Marzo. Me gusta trabajar este tema, y cuando abrí [Akelarre] dije ‘quiero hacer algo con mujeres de Cedeira, hijas, madres, trabajadoras...', porque aquí siempre ha habido más mujeres que hombres al frente de negocios. Ellos iban al mar y ellas tiraban de todo, las mujeres siempre han sido fuertes y valientes», subraya. Quería mostrar sus rostros, con afán estético y, sobre todo, reivindicativo. Además del reconocimiento a su papel.

Empezó por las más cercanas y acabó retratando a 135 cedeiresas, en su caso y en el de su amiga Irene, de cuatro generaciones de la misma familia. Ahora, sus miradas iluminan el escaparate de la tienda. Allí están Ermi, Fina Ponce, las chicas del taller de Apader, Beni (de O Xermolo), María (de O Ramón), Carmen, Dulce... «Se animaron muchas, algunas venían juntas, saqué fotos el mismo 8 de Marzo, antes de inaugurar», celebra.

Quien transita por delante de Akelarre sucumbe al impacto visual del mosaico de fotos y el símbolo del 8M. «Un señor mayor que pasó por aquí se paró y me dijo ‘está muy bien esto, ver tantas mujeres del pueblo juntas'», comenta, agradecida por la respuesta de la gente. Con esta iniciativa defiende la causa feminista, su causa y la de tantas mujeres, «y también hombres, y mujeres transgénero...». «Todos buscamos lo mismo, la igualdad de derechos de hombres y mujeres, hay hombres mucho más feministas que algunas mujeres... Queremos igualdad plena, poder convivir, juntos con los mismos derechos», incide.

Destaca el valor de la educación, «en la familia y en los centros de enseñanza», y celebra haber crecido en un entorno igualitario: «Mi abuelo es el que cocina, y mi otro abuelo, que falleció, también lo hacía, era cocinero en barcos...». Ella ha diseñado una bolsa por un mundo de mujeres «vivas, libres e iguais», mujeres «poderosas» como las que dan vida a la exposición. El gesto audaz de tantas cedeiresas es a la vez real y simbólico, como el abrigo de color lila de Noelia, regalo de su madre.