Sanidade investiga las causas de una posible intoxicación alimentaria de una veintena de niños y profesores de un colegio de Cedeira

Carla Elías Martínez
Carla Elías CEDEIRA

CEDEIRA

Foto tomada hoy en la entrada del colegio
Foto tomada hoy en la entrada del colegio JOSÉ PARDO

Tras coincidir en el comedor escolar del Nicolás del Río, el fin de semana tuvieron vómitos, diarrea y fiebre. Algunos pequeños fueron derivados al Marcide, aunque no quedó ninguno hospitalizado

01 jun 2022 . Actualizado a las 16:44 h.

Sanidade investiga las causas de una posible intoxicación alimentaria de una veintena de niños y profesores del colegio Nicolás del Río de Cedeira.Todos coincidieron en el comedor del centro escolar. Posteriormente, una veintena de usuarios acudieron entre el sábado y domingo al centro de salud del municipio o al hospital Arquitecto Marcide con vómitos y diarrea, y algunos con fiebre.

El director del colegio, Alejandro Martínez, explica que él mismo fue uno de los afectados. El domingo, al enterarse de que había numerosos casos, envió un mensaje a las familias a través del Abalar Móvil, es decir, la plataforma oficial educativa de la Xunta, advirtiendo de lo ocurrido. Además, lo puso en conocimiento de Sanidad. Desde el organismo autonómico confirman que tras recibir la alerta iniciaron la investigación de una posible intoxicación alimentaria.

Técnicos del organismo autonómico visitaron el lunes el centro a primera hora de la mañana. Revisaron el comedor y se reunieron con la dirección y los cocineros. El Nicolás del Río cuenta con un comedor con cocina en el que trabajan tres personas y la dirección recalca que todos los alimentos se adquieren a proveedores autorizados. También se llevaron información sobre algunos de los productos que se sirvieron entre el miércoles y el viernes de la semana pasada. Sumado a las muestras orgánicas tomadas a algunos de los afectados en el hospital, Sanidade trata ahora de determinar lo ocurrido. Si ha sido una intoxicación alimentaria, cuál es su origen, o si se puede tratar de otra afección como un virus. Y es que algunos padres de niños afectados, que no comieron en el comedor, también mostraron algún síntoma, explican las familias. 

Desde el colegio, con un alumnado de edad entre 3 y 11 años, señalan que el comedor sigue abierto y se ha adaptado la comida, con algunas opciones más ligeras tras los problemas estomacales del fin de semana. No obstante, la alarma ha provocado que muchos padres estén optando por no llevar a sus hijos al comedor ante la incertidumbre. 

La madre de un niño afectado: «En cinco minutos, del parque a casa, tuvimos que parar varias veces para vomitar»

«Mi hijo estuvo bien el viernes y el sábado por la mañana. Hacía muchísimo calor y después de comer fuimos a la playa. Estuvimos cerca de una hora y se empezó a quejar. Estaba demasiado quieto en el parque y me pareció muy raro», recuerda la madre de uno de los niños afectados. Intentó merendar un plátano y se puso a vomitar. Pero su madre no le dio más importancia. Pensó en un corte de digestión o una insolación y se volvieron a casa. «En un trayecto de cinco minutos hasta casa hubo que parar por el camino varias veces a vomitar», advierte. Ahí ya empezaron los vómitos continuos. «En casa se encontró un poquito mejor, me pidió otro plátano y se quedó dormido. Pero se despertó vomitando y ya no paró. Era una y otra vez. Ya no podía tomar ni agua y lo llevé al centro de salud de Cedeira», recuerda. La madre pensó que le había sentado algo mal de casa y comprobó las fechas de caducidad de todo lo que había comido, huevos, yogures… «En el centro de salud ya nos encontramos con más niños, más o menos todos de la misma edad, e igual», señala. Recuerda que desde el centro hospitalario le hicieron preguntas porque ese día habían pasado unos quince niños igual. «Todos del mismo colegio y del mismo comedor», incide.

A su hijo le trasladaron al hospital ferrolano Arquitecto Marcide porque era uno de los pequeños que peor se encontraba. «Empiezas a verlos a todos mal, que no podían con su alma, y fue un gran susto», reconoce. Recuerda que se empezó a crear la alarma por los grupos de wasap. «Todos los niños del comedor tenían algo, algunos leve, otros peor. Fiebre no hubo mucho, por con vómitos estuvieron muchísimos», recuerda.

Pasado el susto, los padres critican que no se les dé información y muchos están optando por que no vayan al comedor. «No tenemos ninguna información de lo que se ha hecho. Solo sabemos que ayer se presentó la inspección de Sanidad y dio el visto bueno para seguir dando comida. Pero ya está. No sabemos lo que se limpió, si tiraron toda la comida o parte… No sabemos nada de lo que hicieron», lamenta. Y el temor creció al contagiarse después algún padre. 

Ahora solo quieren que se aclare la raíz de la posible intoxicación y poder tranquilizar a su hijo. «Mi hijo no se atreve aún a comer. Come muy poquito. A ver, es normal».