Una funambulista italiana da nombre a la plaza y al mesón A Marieta

Ana F. Cuba CEDEIRA / LA VOZ

CEDEIRA

I. F.

Meri Vega y Laurinda Teixeira acaban de reformar el local que regentan desde 2001 en la villa cedeiresa

22 dic 2019 . Actualizado a las 13:15 h.

A María Emérita Vega, Meri, de origen ferrolano, muchos clientes del verano le llaman Marieta, como el local que regenta desde hace 18 años junto a Laurinda Teixeira, portuguesa. «Lo primero que hubo aquí fue la oficina del Banco de La Coruña, el único banco que había en Cedeira; y después ya se hizo el bar», relatan. ¿Pero, quién era Marieta? A Rafael Usero, cronista oficial de Cedeira, se lo contó su madre. «Antes de la Guerra Civil, en los años 20, una chica italiana, funambulista, venía a Cedeira con su padre y actuaba en esa plaza, por eso le llamaron así, no por la fuente, como se ha dicho impropiamente. Mi madre se acordaba de verla actuar», explica.

Al parecer, la joven equilibrista sufrió una caída en Cedeira y regresó, años más tarde. Dio nombre a la plaza y al mesón A’Marieta. Meri y Laurinda reformaron el local en mayo. Trabajaban en el restaurante Brisa cuando surgió la oportunidad de alquilar el negocio y lo consiguieron, no sin dificultades. «Y vinimos para aquí a comernos las uñas de los pies -ilustra Meri-. Los principios fueron muy duros, hasta que fuimos conociendo a la gente y la gente a nosotros. Si no eras del pueblo no eras bienvenido».

Nadie lo diría hoy. A’Marieta es uno de los establecimientos de referencia de Cedeira. «Ahora ya es amistad con los clientes, y cuando alguien que viene a diario falta tres días llamas para saber si le ha pasado algo. Sabes lo que van a tomar uno y otro, quién quiere tapa de camarón, berberechos o navajas, o los jurelos en escabeche, y quién prefiere una de callos. Y si ha tenido mala noche o mal día, igual que ellos lo saben de nosotras», comenta Meri, «la jefa». Durante años, el día del feirón «era muy bueno, y aunque lloviera toda la semana a cántaros, ese día escampaba, hasta los feriantes lo decían, pero desde hace un par de años ya no, y ha bajado mucho». «Aquí tenemos el mar, que con tanto temporal funciona regular, y cuatro maderistas... No hay más», comenta Meri.

Hasta que llegan la Semana Santa y el verano, las temporadas de más alegría. Y hay dos días al año en que la tradición dicta entrar en A’Marieta, el de la Xira de la Patrona, por la mañana -«vienen a cantar y luego todo el mundo sube a San Antón»-; y la noche del 5 de enero, por «el espectáculo» de los Triquis. Los domingos sirven pinchos de bollo de chicharrones (se fríen en la sartén y luego se añade masa de freixós). La tortilla, el pollo a la paprika y el arenque ahumado y marinado son las otras tapas más típicas del local cedeirés.

Los Triquis aparecen la noche del 5 de enero para «cantar os reis»

De taberna en taberna van los Triquis la noche del 5 de enero. Tres escalas son fijas: O Ramón, de donde parten; A Marieta y La Central. «Empezaron ellos con unos instrumentos y ahora son treinta o cuarenta, con gaitas, panderetas, niños que no levantan un palmo del suelo con una maraca... Salen a tomar los vinos y van tocando en las tabernas», explica Meri, contagiada del entusiasmo de los Triquis. ¿Y quiénes son los Triquis? «Son a familia de Santiago Cribeiro [o pai de Guadi Galego], un nome que se puxo el mesmo polo personaxe dun cómic que había cando era neno, e para que non lle puxeran outro mote», indica el gaiteiro Xavier Carro, yerno del fundador de los Triquis y triqui a su vez. «Saímos desde hai un par de décadas, toda a familia, cos pequenos, e agora tamén con outra familia, os Quintanas. Nós sós xa eramos vinte e pico, e eles son trinta ou corenta», señala. Los Triquis ya van por la tercera generación. «Cantamos os reis, de bar e bar, sempre naqueles nos que nos sentimos máis a gusto, con tres paradas institucionalizadas, no Ramón, na Marieta e na Central. Tocamos villancicos e tamén canción galega». Carro lo atribuye a su suegro: «Pola súa personalidade, era moi simpático, moi ocorrente, tocaba o trombón de varas nunha orquestra e empeñouse en que os seis fillos estudaran música, cando en Cedeira non había onde». Ahí siguen los Triquis, puntuales cada 5 de enero a las 21 horas en O Ramón, como los Quintanas, «aínda que o resto do ano non haxa relación con eles». Hasta el día de la Xira.