«El pueblo de Cedeira está muy dolido; eran jóvenes muy conocidos, con familias muy cercanas»

CEDEIRA

ESTEVO BARROS

Iñaki, dueño de una pescadería, y Gerardo y Daniel, amigos de toda la vida, eran muy queridos en su localidad

14 oct 2018 . Actualizado a las 12:28 h.

Un sábado de puente en Cedeira, con más gente de lo habitual en las calles. Un día de otoño normal en el que el fallecimiento de tres vecinos dejó a la villa sin aliento. Las vidas de Iñaki Sobrino Ponce (37 años), Gerardo Parada López (30 años) y Daniel Vilela Quintana (29 años) se truncaron cuando viajaban por Valdoviño en el interior de un Audi A3 de color amarillo. Los tres estaban de regreso a Cedeira, donde la noticia descolocó a todos. «El pueblo está muy dolido, eran jóvenes muy conocidos y queridos, con familias muy cercanas», comentaba una vecina. Al final, «no deja de ser un lugar pequeño en el que estos sucesos conmocionan mucho». De hecho, el Concello acordó decretar tres días de luto oficial y suspender las actividades culturales y deportivas en señal de duelo.

El mayor de los ocupantes del vehículo, Iñaki, regentaba la pescadería Costa Ártabra junto a su mujer. El negocio está situado entre la avenida Castelao y la plaza de Galicia, en pleno núcleo de la villa. Ambos, padres de un niño y una niña, inauguraron el negocio en noviembre del año pasado. De hecho, ella se encontraba trabajando en el local en el momento en el que recibió la noticia y en algún establecimiento cercano no querían ni hablar de lo sucedido en medio de la consternación por lo ocurrido.

El siniestro también retumbó en el instituto Punta Candieira, donde estudiaron Gerardo y Daniel, que eran grandes amigos. Por ello, a los dos se les puede ver compartiendo instantáneas en las redes sociales a lo largo de los últimos años.

Nieto de un emprendedor

Daniel, conocido como Camacho, era el hijo de la propietaria de la pensión residencia Brisa, en la zona del río. El abuelo, Jesusiño, fue el impulsor del restaurante Brisa, uno de los más conocidos de Cedeira. Por lo tanto, el hecho de ser miembro de una familia tan conocida aumentó la conmoción. Además, Daniel trabajó también en la lonja de la villa, con lo que también era conocido entre la gente del mar. Tenía un hermano mayor que acaba de ser padre, así como una hermana melliza. A través de sus publicaciones en las redes sociales se puede apreciar la afición que tenía por los tatuajes y los animales exóticos.

Mientras, Gerardo, un amigo suyo de toda la vida, no tenía trabajo y vivía con sus padres en Cedeira, donde también deja un hermano. A él, como a los otros dos, los vieron algunos conocidos por última vez en Cedeira en un local del centro el viernes por la noche.

El alcalde, Pablo Moreda, trasladó en la tarde de ayer a La Voz que la villa está «totalmente consternada, cunha dor inmensa no corazón». «Aquí coñecémonos todos, máis aínda a esta xente nova e participativa. Por iso, estamos a disposición das familias para todo o que precisen», añadió el regidor, que conocía personalmente a los tres fallecidos, como otros miembros de la corporación municipal. «A tristura é moitísima, é algo moi difícil de encaixar e só nos queda sumar forzas entre todos», concluyó.

Varios familiares acudieron al lugar en el que había tenido lugar el accidente al enterarse de lo sucedido. Allí alguno de ellos presentó síntomas de ansiedad. Allí estuvo también el alcalde de Valdoviño, Alberto González, quien trasladó el pésame a las familias y dijo que era «una desgracia». Asimismo, aprovechó para advertir que «hay que respetar siempre, sin excepción, todas las medidas de seguridad establecidas para la conducción» para evitar tragedias como la que ayer conmocionó a los vecinos de Cedeira y Valdoviño.