Lucía Villar, patrona mayor de la cofradía de pescadores de Cedeira, recibe el premio Muller da Vila, de la Asociación de Amas de Casa
15 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.A Lucía Villar Martínez (Cedeira, 1984) le ha hecho «muchísima ilusión» recibir el primer Premio Muller da Vila, otorgado por la Asociación de Amas de Casa de Cedeira. «Estoy encantada de tener el reconocimiento de mis vecinas, hay gente que tiene mucho más mérito como mujer trabajadora, me lo han dado por trabajar en un sector de hombres», reconoce la patrona mayor de la cofradía de pescadores de Cedeira. Licenciada en Economía, gestiona la empresa familiar, Villar Arribi S. L. y, desde hace cuatro años, preside el pósito local.
-¿Le ha costado hacerse valer en un sector de hombres?
-No, siempre me he sentido respetada, me tratan exactamente igual que si fuera un hombre, no creo que haya tenido que demostrar más que si fuera un hombre.
-¿Cómo va el sector?
-Fatal, hay muchos temporales y no dejan trabajar, y los días que se puede faenar tampoco se pesca mucho. Han bajado muchísimo las ventas en la lonja, ya había ocurrido el año pasado, pero este será aún peor. Queda marzo y abril (para ir a la volanta), y después ya hay que prepararse para el bonito (y hasta ahora la experiencia no ha sido muy buena), porque no podemos arriesgarnos a gastar ahora toda la cuota, hay que guardar algo para final de año. Como la gestión es conjunta, nos distribuimos en función del cambio de modalidad.
-¿Ha habido bajas en la flota?
-Sí, una embarcación de rascos y una de palangre de fondo se acogieron a las últimas ayudas para el desguace. Y a mayores hemos tenido la baja de un volantero. La flota va a menos.
-¿Y la experiencia del punto de venta de marisco en la lonja?
-Bien, aunque está empezando. A medio y largo plazo esperamos que el producto de las mariscadoras consiga mejor precio. Ahora ya se puede comer aquí coquina o berberecho de Cedeira.