El agua anegó el bajo de la cofradía de Cedeira y el restaurante Badulaque

A. F. C. CEDEIRA / LA VOZ

CEDEIRA

En el Porto de Bares el mar bañó las calles y rozó viviendas y jardines

18 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El personal de la cofradía de pescadores de Cedeira se llevó un buen susto ayer por la tarde, cuando el mar batió contra la puerta, arrastrando la grava de los jardines. El agua entró en el bajo del edificio y anegó el interior del restaurante Badulaque, en el mismo inmueble. Las olas golpearon con fuerza toda la carretera de acceso al puerto cedeirés y algún curioso que se acercó demasiado acabó empapado y con el agua dentro del coche, que había estacionado en la explanada situada al pie del pósito.

En el Porto de Bares también se dejó sentir con especial virulencia el oleaje, que rompió en varias ocasiones contra los muros de las viejas fábricas de salazón y alcanzó, calle arriba, viviendas y cierres, sin que se produjeran daños de relevancia. El mar tiró parte de una valla de madera y, por momentos, dejó casi sepultado el muelle de O Coído, donde se congregó gente para ver las olas. Los vecinos permanecieron expectantes desde las tres, cuando el mar ya empezó a bañar alguna calle, al pie de la playa.

Algunos cazadores de fotos de paisajes de temporal se acercaron a Vixía Herbeira, el faro del cabo Ortegal, la costa de Loiba y Estaca de Bares, puntos golpeados sin piedad por las olas, que algunos aficionados al surf aprovecharon por la mañana.