La parroquia rinde tributo a la sociedad que los emigrantes constituyeron para fundar la casa-escuela
02 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Alguno de los exalumnos que asistieron a los actos conmemorativos del 90 aniversario de la Casa-Escuela de Piñeiro no había vuelto a pisar el edificio desde que dejó las aulas, hace ya cerca de medio siglo, y vivió el reencuentro con especial emoción. La Sociedad Hijos del Ayuntamiento de Cedeira en La Habana se constituyó en 1921 con el propósito de «fomentar la instrucción entre los habitantes de Cedeira y la cultura entre sus asociados», según rezan los estatutos.
Cuando se creó, el vicepresidente de la entidad, Manuel Rodríguez, «fixo entrega dun préstamo de cen pesos, como mínimo por un ano e sen intereses, e doou o solar gratuitamente para facer a Casa-Escola de Piñeiro», recuerda Antonio Rey Caruncho, Tas, directivo de la asociación vecinal de la parroquia, que dispone de un local en el inmueble, también utilizado por la escuela de música Pro Cedeira o Discalzos polo Festival -el Concello gestiona el uso, pero todo apunta a que la edificación pertenece a la sociedad fundadora-. El nuevo centro se inauguró en 1927. «O primeiro mestre sería don Evaristo Usero Fojo [abuelo del cronista oficial, Rafael Usero] e a mestra, dona Rosa», cuenta Tas.
La escuela funcionó como tal hasta el curso 1973-1974, según recuerda Carlos Breixo, cronista oficial de Ortigueira y profesor. La enseñanza se aglutinó entonces en el CEIP Nicolás del Río y desde 1974 hasta 1987, el edificio de Piñeiro funcionó como una sección del Instituto Politécnico de Formación Profesional Marqués de Suanzes (Ferrol). Tras la apertura del IES Punta Candieira, en el curso 1987-1988, el inmueble erigido «cos cartos que mandaron os emigrantes galegos», recalca Fina Nebril, secretaria del colectivo vecinal, acabó albergando la nueva escuela taller.
En aquel momento, el Concello decidió retirar la placa de la fachada -«Casa-Escuela construida por la Sociedad Hijos del Ayuntamiento de Cedeira en La Habana. 1927»-, que ahora los vecinos de Piñeiro pretenden recuperar. «Témoslle solicitado ao Concello a restitución da inscrición, unha débeda que, agardamos, sexa cumprida máis cedo que tarde», subraya Rey Caruncho, en agradecimiento «ao esforzo que os nosos devanceiros fixeron para construír tal obra, e que nunca lles fora recoñecido oficialmente, nin pola parroquia nin polo Concello de Cedeira».
Centenares de cedeireses se formaron en el escolar de Piñeiro, un edificio singular, idéntico a otro levantado en Santurce, «e moitos deles fixeron carreiras superiores a principios dos anos 50 con bolsas estatais», resaltan desde la asociación, que ha logrado contactar con la actual presidenta de la sociedad. Olivia Menéndez, de 27 años, dirige la entidad, que cuenta con 197 socios. Su patrimonio en La Habana consta de un panteón en el cementerio Cristóbal Colón, «muy deteriorado» y que esperaban poder reparar con una ayuda de la Xunta de Galicia que, lamentan, no ha llegado. El viejo ordenador tampoco funciona, lo que prueba la precaria situación actual.