
La generosidad que desató en el pueblo la llegada de ucranianos, la pasada primavera, ha animado a impulsar Comparte Cariño, un movimiento de colaboración vecinal
03 feb 2023 . Actualizado a las 12:17 h.«Tú lo tienes y alguien lo necesita... compártelo». Este podría ser el eslogan de Cariño Comparte, una iniciativa surgida en esta localidad de Ortegal a raíz de la ola de generosidad y colaboración que desató en el pueblo la llegada de familias ucranianas (hasta un centenar de personas), poco después de la invasión de su país por parte de Rusia. «Después de ver cómo todos nos volcamos en ayudar a las personas que lo necesitaron para poder establecerse aquí, nos dimos cuenta de que podría usarse en beneficio de todos. Tenemos en nuestras casas muchos enseres que no precisamos y que pueden hacerle falta a otras personas», explica Dolores Pérez Villarnovo, una de las voces de este movimiento canalizado a través de Facebook.
«Es un trabajo de todos», subraya. Las muletas que alguien compra y aparca dos semanas después, el andador que utiliza para recuperarse de una operación y acaba en el trastero, la silla de ruedas, el cochecito o el parque del bebé, las bicicletas de los niños... Cariño Comparte propone tejer «una red de favores», mediante préstamos o donaciones de todo tipo de objetos, a veces inservibles para unos pero muy útiles para otros. «La idea es tener un listado de cosas y que cuando alguien nos diga que necesita algo, ponerle en contacto con la persona que se lo puede facilitar», explica Pérez Villarnovo. Insiste en que no se trata de «caridad», sino de colaboración entre los vecinos, «para dar una segunda vida a cosas que a veces se compran con mucho esfuerzo y acaban oxidadas o se tiran a la basura porque estorban».
Son varios los colectivos que se han sumado a esta causa: el Anpa A Basteira (del CEIP Manuel Fraga Iribarne), la Asociación de Amas de Casa, Cáritas Cariño o Aprom (Asociación Pro-Minusválidos). Esta última entidad dispone de mucho material, que pone a la disposición de socios y no socios, además de ofrecer un servicio de transporte adaptado con personal voluntario, con tarifas asequibles para traslados a centros sanitarios. Los interesados en formar parte del movimiento Cariño Comparte pueden llamar a los teléfonos 660 354 131, 630 606 760 o 646 063 980.
El ropero de Cáritas, «un pequeño corte inglés»
Cáritas lleva años trabajando en Cariño, pero la llegada repentina de familias ucranianas, de la que pronto se cumplirá un año, supuso un enorme desafío, que Javier Colorado, presidente de la entidad, y todos sus colaboradores han superado con nota. El local donde almacenaban los alimentos y la ropa se les quedó pequeño y se mudaron a una estancia contigua a la iglesia, donde han habilitado «un pequeño corte inglés», el ropero de la comarca. Allí llegan donativos de otros municipios (como las prendas que no encontraron salida en el mercadillo solidario celebrado en Ortigueira esta Navidad) y de allí salen bolsas con ropa para familias de la localidad o de concellos próximos, como Cerdido, Cedeira o incluso As Pontes.
«Habrá pueblos solidarios, pero como Cariño ninguno», elogia Dolores Pérez Villarnovo, una de las colaboradoras de Cáritas. A su lado está Susana Pereira Gómez, la encargada de la ropa. «Si quieres saber dónde está algo le tienes que preguntar a ella», comenta Dolores. Los jueves y los sábados (cada dos semanas) son los días de reparto de alimentos, en la planta baja del inmueble, y es cuando más gente acude al ropero. Loli se afana en que las prendas estén en su sitio. La organización tiene poco que envidiar a la mejor tienda de moda. Hay estanterías, mesas y burros (grandes percheros con ruedas), y la ropa, de bebés, niños y adultos, está clasificada por tallas.
Una estancia se reserva para los más pequeños, otra para el calzado, otra para carritos de bebé y a la vez probador, y otra para el material textil del hogar, que fue indispensable para las familias ucranianas que, obligadas a dejar sus casas con lo puesto, recalaron en Cariño entre finales de marzo y principios de abril de 2022. De las dependencias con que contaba entonces Cáritas salieron varias decenas de mantas, juegos de sábanas o toallas, gracias a la ayuda de los vecinos de la localidad y de otros concellos.
26.775 kilos de alimentos
En el balance del año pasado figuran 175 beneficiarios (112 españoles y 63 extranjeros). «Llegamos a atender a 79 familias. Ahora son 48 [un tercio ucranianas], la mitad locales y el resto de varias nacionalidades», detalla Colorado. En 2022 repartieron 26.775 kilos de alimentos no perecederos (la mayor parte del banco de Ferrol, Balrial) y una cantidad indeterminada de productos frescos, para atender la emergencia provocada por la invasión rusa. Cáritas también cuenta con voluntarios que enseñan castellano a los adultos de Ucrania, en un aula del IES Cabo Ortegal.