Los vecinos de Cariño, hartos tras ocho semanas sin poder ingerir agua del grifo
CARIÑO

El Concello guarda silencio y la Xunta le recuerda que está obligado a informar
27 ene 2023 . Actualizado a las 20:41 h.Los vecinos de las parroquias de Cariño y A Pedra llevan ocho semanas sin poder ingerir el agua del grifo y 27 días sin tener noticias del Concello sobre este asunto, lo que ha acrecentado su malestar. «Estamos hartos y no entendemos por qué no se pronuncia nadie. Estamos pensando en movilizarnos, presentarnos delante del concello para pedir explicaciones. Todo el mundo se queja porque van muchos días y, sobre todo, porque no sabemos qué pasa. Y visto lo visto, debe ser muy gordo», comentaban ayer varias personas.
En el bando emitido por el Ayuntamiento a última hora de la tarde del 23 de diciembre se indicaba que la analítica efectuada por la Xunta, a partir de las muestras tomadas el día 19, revelaba que el agua presentaba 124 unidades de Trihalometanos, cuando la cifra de referencia es 100 y la obtenida en la segunda mitad de noviembre, cuando se destapó el problema, ascendía 256. Sin embargo, las pruebas encargadas por el Concello arrojaban cifras de 64 y 83 unidades, por debajo del máximo permitido.
En el bando se apuntaba que, ante la disparidad de los resultados, la Administración local había solicitado nuevas pruebas, con muestras en varios puntos, tomadas el 21 de diciembre. De los resultados de estas analíticas nada ha trascendido, cuatro semanas después. En esa última comunicación del ejecutivo local con los vecinos se evidenciaba que los datos sobre la concentración de níquel en el agua manejados por Xunta y Concello tampoco coincidían. Según el Gobierno autonómico era de 33 unidades por litro de agua, y según el Ayuntamiento, de 21 y 22, por lo que el ejecutivo municipal había pedido nuevas pruebas el día 21, cuyo resultado tampoco ha sido divulgado por el momento.
«Ni hervida ni filtrada»
Desde la Xunta de Galicia confirman que «la situación del agua que se suministra a través de la red de abastecimiento de Cariño sigue siendo deficiente para el consumo humano». Temen que el problema, que impide la ingesta de agua de la traída, «ni hervida ni filtrada», como recalcan, «no se pueda solventar en cuestión de semanas». Y es que, argumentan, «las medidas adoptadas hasta el momento por el Concello no están siendo suficientes para subsanar la situación».
La Consellería de Sanidade asegura haber recibido solicitudes de información parte de vecinos, «que manifiestan que el Concello no les facilita datos suficientes» sobre lo que está sucediendo. Insiste en recordarle a la Administración local que «es su obligación mantener informada a la ciudadanía a este respecto».
Mientras, la mayoría de los vecinos siguen a rajatabla las restricciones. «La gente no se fía, y muchos han dejado de tomar café porque no tenemos manera de hacerlo sin el agua de la traída. Algunos ni siquiera piden descafeinado con leche porque la leche se calienta con vapor de agua», señala un hostelero. Reconoce que desde que empezó este problema «ha habido varios casos de gastroenteritis, pero no se sabe si se debe al agua o no».
Ante la falta de información por parte del Concello, los vecinos especulan con el origen del problema —el estado del depósito de agua, los manantiales de los que se abastece...— y algunos se entretienen creando memes satíricos, que se viralizan a través de las redes sociales. A mayores del trastorno que supone no poder emplear el agua del grifo para beber ni para cocinar, ocho semanas después, las familias ya notan el gasto acumulado en agua mineral. Los supermercados constatan que las ventas siguen siendo más elevadas de lo habitual —«ahora ya parece lo normal, como llevamos tantos días», dice una tendera—.
Piden el reparto de garrafas
«Deberían repartir garrafas de agua por las casas, en función del número de personas de cada familia, una vez a la semana, para tener a la gente medianamente atendida», opinan algunos vecinos, muy molestos con la actitud del gobierno local. En el último bando, el ejecutivo del socialista José Miguel Alonso Pumar insistía en que «desde a máxima cautela, e á vista da tendencia observada nos parámetros avaliados, parece que as medidas correctoras están a ter un efecto positivo». Cuatro semanas después, se desconoce la evolución.
Desde el Concello reiteraban, en el comunicado del día 23 de diciembre, lo mismo que en el anterior: «Seguiremos traballando desde a sensatez, a calma e o sentido común, fuxindo de alarmismos estériles». Su silencio contribuye, precisamente, a que se generen y se propaguen todo tipo de comentarios.

Malestar vecinal en Cariño tras un mes sin poder consumir el agua del grifo
El día de Navidad se cumplirá un mes desde que el Concello declaró el agua del grifo «temporalmente non apta para o consumo directo» y los vecinos de las parroquias de Cariño y A Pedra siguen sin poder ingerir el agua de la traída, ni directamente, «nin sequera fervéndoa ou filtrándoa», como recalcan desde la Xunta de Galicia, lo que está generando un creciente malestar. Los resultados de las últimas analíticas encargadas por el Concello y el Gobierno autonómico no coinciden, ni los referentes al nivel de Trihalometanos (compuestos químicos volátiles que aparecen en mayor concentración cuando el agua desinfectada con cloro tiene exceso de materia orgánica) ni los relativos al níquel.