Nuevo susto en el muro de los golpes

ANA F. CUBA ORTIGUEIRA / LA VOZ

CARIÑO

CEDIDA

En tres días ha habido otros dos accidentes en la vía de Ponte Mera a Cariño, contra un cierre de Peago derribado seis veces en año y medio, y una vivienda de Serantes

01 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un coche que se dirigía el lunes hacia Cariño, por la carretera DP-6121, viró, por razones desconocidas, y chocó contra una vivienda de Serantes. Ocurrió sobre las cuatro de la tarde. Otro automóvil que circulaba el jueves en el mismo sentido impactó contra el muro de una finca en Peago, derribando buena parte del cierre, reconstruido un par de meses atrás, después de que otro vehículo lo tirara. Sucedió poco antes de las cinco de la tarde. En ambos puntos, que distan apenas 1,5 kilómetros, se repiten los accidentes desde hace varios años.

De hecho, el propietario del inmueble de Serantes, contra el que han batido varios turismos, lleva dos décadas anotando los siniestros y la cuenta ya ronda la treintena. «A veces sales de casa con miedo, mirando antes de abrir la puerta por si viene algún coche», cuenta Manuel Agustín Gómez Acosta. Este vecino se ha dirigido, en diversas ocasiones y con distintos gobiernos, a la Diputación de A Coruña, responsable del vial de Ponte Mera a Cariño, para denunciar la situación, con fotografías y vídeos.

El ortegano José Luis Lorenzo Carrodeguas vive en Peago desde hace tres años y desde entonces ha tenido que reedificar el muro que rodea su propiedad en numerosas ocasiones. «El año pasado, cuatro veces, y este ya van dos; por suerte tenía el coche aparcado lejos del cierre, ya por precaución, porque si no le hubieran dado los bloques, que llegaron muy cerca de la embarcación», relata mientras observa los destrozos. «Algo pasa con el firme, porque la curva no es cerrada, pero es falsa, y siempre ocurre cuando está mojado; la mayoría de la gente es de aquí y conoce la carretera, pero dan contra el bordillo y después contra un pilar del muro y quedan dados la vuelta». La escena se repite de manera casi idéntica, con daños materiales -el turismo que chocó el jueves contra la estructura va directo al desguace- y temor «a una tragedia», como alerta Gómez Acosta. En otros puntos de este mismo tramo del vial, limitado a 50 kilómetros por hora, han tumbado farolas e indicadores y han dañado cercados de parcelas.