«Para mí ha sido una inmensa alegría, es una de esas especies que sueñas con encontrarte»

A.F.C. CARIÑO / LA VOZ

CARIÑO

La alondra cornuda.
La alondra cornuda. ricardo hevia< / span>

El ornitólogo cariñés Ricardo Hevia Barcón descubrió la alondra cornuda junto a la garita de Herbeira

08 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ricardo Hevia Barcón (Cariño, 1976) trabaja de amarrador en el puerto cariñés y lleva más de 25 años pajareando. «Para mí salir a ver aves es una forma de vida, mi ocio es prácticamente todo para eso. Mi familia ya no se sorprende, están acostumbrados, y creo que la conciencia general de la gente, de respeto hacia las aves, al menos en esta zona, es bastante bueno», destaca.

-¿De dónde le viene la afición a observar aves?

-Mi afición por las aves comenzó, sobre todo, a partir de los 14 o los 15 años, y en gran parte debido a amigos como José Miguel Alonso Pumar, que ya llevaba más tiempo en esto. Al vivir en Cariño los dos, empezamos a pajarear mucho juntos.

-¿Qué representa haber sido el primero en ver la alondra cornuda?

-Para mí ha sido una inmensa alegría, porque es una de esas especies que todo ornitólogo al que le gustan las rarezas sueña con encontrarse un día en el campo.

-¿Suelen generar tanto revuelo entre los ornitólogos las rarezas?

-Estos registros de rarezas, gracias a la tecnología actual, se comparten prácticamente a tiempo real con el resto de amigos aficionados. Durante todos estos días no ha parado de venir gente a verla, con más de 50 ornitólogos de distintas partes de España, hasta el momento. Suele ocurrir cuando son especies de aves con muy pocos registros en España, como la alondra cornuda.

-¿Cuál es el lugar más lejano al que ha ido por una rareza?

-A Arcachón, en Francia.

-¿Qué tiene de especial el área de Ortegal para un ornitólogo?

-Ortegal, por su situación geográfica, es un lugar privilegiado para observar muchas aves consideradas rarezas en España, aparte de ser, quizás, uno de los mejores lugares del mundo para observar algunas especies de aves marinas, que pasan todos los otoños frente a Estaca de Bares y Ortegal.

-¿Cómo se desarrolla una jornada de observación y qué instrumentos utilizan?

-Una jornada de campo depende de las especies que quieras observar. No es lo mismo ir a un cabo como Estaca de Bares a ver aves marinas que buscar aves paseriformes en A Capelada, o gaviotas en la playa. Nosotros usamos prismáticos y un telescopio terrestre, que te permite observaciones donde no puedes llegar con los prismáticos.

-¿Algún viaje soñado?

-Hasta el momento ya he visitado algunos países para ver aves. Nueva Zelanda, Madagascar, Estados Unidos, Marruecos, Finlandia, el archipiélago Svalbard (en el océano Glacial Ártico)... El año que viene iremos a las Malvinas, la Península Antártica y Georgia del Sur.

-¿Cree que se valora el turismo ornitológico en la zona?

-Se podría explotar más esta zona, sobre todo con salidas pelágicas en busca de aves marinas, ya que el potencial es tremendo.