Guillermo, centenario de As Pontes, y Mercedes, de 88 años, llevan 72 casados: «Hai que celebralo mentres se poida»

A. F. C. AS PONTES

AS PONTES

La pareja, sonriente, junto a los números gigantescos con que los sorprendió su familia
La pareja, sonriente, junto a los números gigantescos con que los sorprendió su familia CEDIDA

Los familiares les prepararon una comida sorpresa, en O Xantar, por el aniversario de boda

26 sep 2023 . Actualizado a las 22:35 h.

Guillermo y Mercedes Tojeiro (comparten apellido) se casaron el 22 de septiembre de 1951 en la iglesia de Vilavella, en As Pontes. Y este domingo se juntaron con los familiares más cercanos para festejar el 72 aniversario de boda, con una comida en el restaurante O Xantar. «Hai que celebralo mentres se poida», comentó Guillermo, que cumplió cien años el 26 de marzo (su mujer tiene 88). Su hijo Manolo (su hermano José falleció con 56 años), su nuera, su nieto, Nolo, y su pareja (y sus padres), un sobrino de Guillermo y su mujer sorprendieron a los abuelos con esta fiesta.

Mercedes y Guillermo, junto a su hijo Manolo, su nieto, Nolo, y otros familiares, el domingo en el restaurante O Xantar
Mercedes y Guillermo, junto a su hijo Manolo, su nieto, Nolo, y otros familiares, el domingo en el restaurante O Xantar

En la tarta, elaborada en la pastelería Dulces Caprichos, aparecía una foto de los homenajeados, y en el comedor les esperaban un 7 y un 2 gigantescos, rodeados de globos. Nada le gusta tanto a Guillermo como los encuentros familiares en torno a la mesa. En su centenario recordaba los años de racionamiento y escasez y cómo una de sus hermanas, durante la Guerra Civil, «foi a Moeche andando ao maínzo para facer o pan».

Él trabajó desde niño, con su padre, que construía balados de piedra. Más adelante entró en Atisa, una de las constructoras del poblado de As Veigas, trabajó en la fábrica de Calvo Sotelo y en Salamar, y después emigró a Suiza, de donde regresó definitivamente, con Mercedes, en 1979. Los gestos muestran la complicidad de esta pareja, tras 72 años de convivencia. Ella lo cuida y lo mima, y él, con un humor extraordinario, se mantiene activo pese a que algunos días se resiente de la cadera.