Adiós al economato de Endesa en As Pontes: «Vivimos este cierre con resignación»
AS PONTES

Ya hace 24 años que desapareció, pero el personal de Endesa conservaba un descuento en el supermercado instalado en el edificio del poblado de As Veigas
16 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Con la clausura, este sábado, del supermercado del poblado de As Veigas, se cierra una etapa de la historia reciente de As Pontes. A comienzos de los años 60 se levantó este edificio para albergar el economato de la antigua Empresa Nacional Calvo Sotelo de combustibles líquidos y lubricantes (Encaso). El complejo minero-eléctrico acabó integrándose, en 1972, en la entonces Empresa Nacional de Electricidad (Endesa), que conservó la gestión del economato hasta 1999, cuando decidió externalizarlo.
«En aquel momento se hizo un acuerdo con el Grupo Tojeiro, al que se cedió el espacio a cambio de que aplicasen un descuento a los trabajadores de la fábrica. Pero ese contrato venció hace tiempo [aunque la rebaja ha seguido en vigor hasta ahora] y ese inmueble está englobado dentro del proyecto de urbanización del poblado de As Veigas, que está llevando a cabo Endesa», según indican desde la compañía.
Nicasio Pena, responsable del sector energético en FICA-UGT, formaba parte del comité de empresa con el que Endesa negoció la nueva situación del economato. «El personal se recolocó en la mina y en la central, igual que había ocurrido con el de la residencia de trabajadores [...], que también desapareció, y se llegó a un acuerdo para que Gadis descontase un 5 % en todos los productos, excepto los que estuviesen de oferta», repasa. «El cierre nos afecta a todos, al personal del XVI Convenio Colectivo [de la antigua Endesa, pública], los jubilados, las viudas, los huérfanos de trabajadores...», añade.
Un beneficio social menos
Para Pena se trata de «una merma más, como ocurrió con las ayudas al estudio, que cubrían el 68 % de los gastos de los hijos de los antiguos empleados, o el tema de la luz». «Este cierre lo vivimos con resignación, es un apartado más, era un beneficio social [...]. Había un acuerdo tácito de que podía ir cualquier persona que perteneciese a empresas del Instituto Nacional de Industria. En 1999 Endesa decidió cerrar los economatos en los distintos centros de trabajo de España [...], aquí hubo una negociación entre el comité de empresa, la fábrica y el Grupo Tojeiro y se llegó a ese compromiso. Hemos intentado conseguir copia del contrato para saber el período de validez, pero no lo tenemos», apunta Alfredo Rubio, presidente de la Asociación de Prejubilados de Endesa (Apren) en la localidad pontesa.
Tras un largo proceso privatizador, iniciado en los años 80 y culminado a finales de los 90, la planta de As Pontes pasó a formar parte del Grupo Endesa, y en 2009 quedó en manos de la italiana Enel. «Hasta la firma del quinto convenio [de la etapa privada, en 2020] estaban protegidos todos los beneficios (que venían de cuando era pública), pero a partir de ahí ya solo se recoge la tarifa eléctrica, que queda en 6.000 kilovatios/hora [de consumo gratuito al año, más 3.500 al 50 % de la tarifa para los jubilados], supone la eliminación de todo lo demás», lamenta Rubio.
El representante de Apren sostiene que el cierre del supermercado «tiene una repercusión social que va más allá del 5 % de descuento, que puede suponer 500 o 600 euros al año, dependiendo de lo que compres, porque un 15 o un 20 % de la población de As Pontes queda sin un establecimiento cercano». Asegura que la pescadería ya dejó de funcionar hace varios meses, «en teoría, por problemas con Sanidad, porque el edificio es muy antiguo y habría que invertir».
La reurbanización de As Veigas
«La gente que vive alrededor está muy acostumbrada a comprar ahí, es un servicio público muy arraigado en toda esa zona, ya no solo para los trabajadores o extrabajadores de Endesa», abunda Manuel Buitrón, presidente de la Asociación de Veciños do Poboado das Veigas. Critica «el total hermetismo» por parte de Endesa sobre el tema del economato y sobre otras cuestiones pendientes del proyecto de reurbanización del poblado que está ejecutando la compañía.
Asegura que «las obras están bastante avanzadas, el grueso ya está acabado». «Hay saneamiento nuevo, instalación eléctrica nueva y canalización para el suministro de agua nueva. Faltan remates en tema de telecomunicaciones y alumbrado público (hay que retirar los postes viejos). La pavimentación está prácticamente lista, faltan algunos aparcamientos y rematar algunas aceras, la señalización horizontal y vertical», detalla Buitrón.
En cuanto a la circulación viaria, el colectivo solicitará al Concello de As Pontes «que reconfigure alguna zona». Comenta, por otro lado, que en esta «ciudad jardín, que sigue el modelo de las urbes industriales inglesas de los años 20», hay viviendas habitadas todo el año, otras ocupadas temporalmente y algunas vacías «y abandonadas, medio cayéndose, parecen selvas».