Calcinadas más de 140 hectáreas en los tres incendios de As Pontes

AS PONTES

Imagen de las llamas del incendio originado el 9 de agosto en As Pontes
Imagen de las llamas del incendio originado el 9 de agosto en As Pontes Cedida

Los focos se originaron en un lapso de dos horas y media y todavía siguen activos el declarado en la zona de Ribeira Nova, que evoluciona favorablemente y se ha desactivado la situación 2, y el de Vilavella, ya estabilizado

10 ago 2022 . Actualizado a las 10:12 h.

Tras una larga y dura velada, As Pontes se despierta conmocionada por los incendios que asolan su territorio. Entre la tarde y la noche del martes se declararon en el municipio tres incendios, que devoraron hasta el momento más de 140 hectáreas de terreno forestal, según el recuento provisional publicado por la Consellería de Medio Rural. El de mayor extensión fue el declarado en la parroquia de Vilavella, en el lugar de As Barosas, a las 22.59 horas, que se encuentra estabilizado desde las 7.16 horas de este miércoles y que afectó a 60 hectáreas de superficie, según el recuento provisional oficial de la Xunta. Todavía activo pero con evolución favorable hacia su estabilización continúa el primero que se originó, detectado a las 20.23 horas en la zona de Ribeira Nova, próxima al embalse, y también al núcleo de Cuíña. Por ello, se ha solicitado ya la desactivación de la situación 2 «ao desaparecer o risco para núcleos de poboación», detalla la Xunta. La última estimación de superficie afectada se cifra en 80 hectáreas.

Además, hubo un tercer incendio, que se data a las 20.50 horas, en zona de Mariñao, que se encuentra extinguido y del que no se ha facilitado superficie afectada.

Los tres focos se originaron en un lapso de solo dos horas y media, entre poco antes de las ocho y media de la tarde y las once de la noche del martes. 

El alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, recogía en sus redes su indignación por la situación vivida en el municipio, apuntando el origen intencionado de los fuegos: «É mellor non calificar, porque obrigadamente utilizaría términos malsonantes, para describir a maldade e irresponsabilidade de plantar lume un día coma onte, con ventos intensos, e preto de vivendas, en barrios como A Cuíña, que poderían haber sido ratoeiras para os veciños. Dous focos iniciados con escasa diferencia, falan por sí mesmos, e a unha hora xa convencional nos incendiarios, como é o final do día. Ver a veciños que che comentaban que da súa casa non se iría aínda xogándose a vida, tras anos de duro esforzo para a súa rehabilitación, ou ver a xente preocupada polo seu gando, e con rabia, nos xera impotencia, e nos recorda que, si poñemos tantas dificultades aos que viven no rural para poder manter actividades agrarias, ou forestais, ao final o monte abandoado, é campo aboado para os malnacidos», expresó.

Y dio las gracias a las brigadas de la Xunta, los bomberos provinciales de A Coruña e Lugo, la Policía Local, los bomberos de Endesa y Protección Civil, por «dalo todo para evitar danos persoais e vivendas».