El lalinense conoce bien la nueva materia que le ha encargado Feijoo e incluso al que será su equipo
07 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Solo hay un precedente en la historia de la Xunta como el de Román Rodríguez (O Vento, Lalín, 1968), y se llama López Veiga, primer conselleiro de Pesca que tuvo Fraga y al que volvió a fichar al final de su etapa tras verificar que todos sus sucesores presentaron un balance de gestión peor.
Que el propio Feijoo aprovechara la semana pasada el debate de investidura para pedir disculpas por la «confusión» generada con el inicio del curso escolar es la constatación de que la gestión de Carmen Pomar, la conselleira de Educación saliente, debía parecerle mejorable, pese a que no tenía demasiado margen para hacer cambios cuando solo quedaban cinco días para el inicio oficial del regreso a las aulas. Pocos políticos pueden aprenderse la lección con tan poco tiempo, salvo que el elegido conociera ya la materia e incluso a todo el equipo de la consellería.
Y ahí estaba Román Rodríguez, responsable de Cultura e Educación entre 2015-2018, que le dio carpetazo a la etapa de austeridad y recortes precedente para destensar el diálogo con la comunidad educativa. Visto en perspectiva, su gestión no dejó mal poso, pues aprendió a saltar hogueras. En una ocasión, la decisión de cerrar un colegio en As Pontes provocó que cien camiones del carbón colapsaran Santiago con González Formoso, el alcalde pontés, a la cabeza.
No obstante, el lalinense, padre de dos chavales, es un hombre paciente y con mucha mano izquierda para entenderse con el peor adversario. Quizás esto último es lo que más pesó para que este profesor titular de Geografía de la USC fuera comisionado por Feijoo para salvar el inicio del curso escolar. Sabe que con los rebrotes va a tener que saltar hoguera, pero no es de los que se queda quieto por temor a quemarse.