Gilberto Rubido, de banquero a acordeonista

Andrés Penabad AS PONTES

AS PONTES

30 ene 2020 . Actualizado a las 08:55 h.

Aún recuerdo el primer día en que te acercaste para informarte en que consistían las clases de acordeón, ya que al haberte retirado querías dedicar tu tiempo libre a tu gran pasión, la música. Recuerdo tu primera clase en la que ilusionado me decías: «¿Tú crees que algún día podré llegar a tocar alguna canción?» El tiempo pasó entre acordes Mayores, menores, Séptimas y esos saltos de bajos alternados que te volvían loco. 

De igual manera que tu avanzabas en la música, nuestra amistad se iba haciendo más y más fuerte. Siempre me llamó la atención lo metódico y lo constante que eras y el afán por superarte que siempre has tenido.

Ayer, día 28 de enero, hizo exactamente siete años que yo me enfrentaba al concierto más difícil de todo mi vida, a la operación de mi mamá. Recuerdo tus palabras de ánimo y tus llamadas constantes para preocuparte e interesarte por ella.

Quién nos iba a decir que siete años más tarde te ibas a marchar para comenzar una gira de conciertos que espero que sea interminable.

Que la música de tu acordeón nunca deje de sonar.

Muchas gracias por todo querido amigo. 

Hasta siempre Gilberto.

 Tu profesor: Andrés Penabad.