Tiempo de actuar

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

AS PONTES

26 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

As Pontes de García Rodríguez es un pueblo hecho por trabajadores del campo que prosperó en torno a una gran central térmica y alcanzó una economía de primera magnitud, aportando a las arcas del Estado miles de millones de pesetas y de euros. La innegable laboriosidad de su gente a lo largo del tiempo produjo allí profundos cambios y dejó muchas esperanzas, hasta que la crisis climática en la que estamos inmersos desde hace décadas sin que nadie se enterara vino a enfriar las expectativas de su progreso continuado.

De As Pontes dependen tres comarcas limítrofes. Allí trabaja gente de todas ellas que ya están sufriendo la crisis social y económica y cuyas consecuencias se retroalimentan esperando una salida positiva a Endesa, pues si cierra caerá sobre la zona otro de los peores datos de su historia y por eso el reto que tienen las autoridades es encontrarle solución y sostener los actuales puestos de trabajo. Se habla de encontrar una sustitución del carbón por otro modelo productivo, ecológico y con alto valor añadido para que aquellas inmensas instalaciones no abandonen el paisaje económico del lugar y se evite el umbral del dolor.

Para evitar lo peor están solas las fuerzas vivas de la zona, con el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, a la cabeza. Y hasta ahora su trabajo fue llamar a las puertas de las mal llamadas administraciones públicas, incluida la UE, que tiene dinero e inteligencia para corregir la descarbonización de estas industrias y dar un marco estable a un pueblo heredero de un cortijo que, con el trabajo de su gente, ha dado a este país mucho más de lo que ha recibido. Tiempo de actuar. Fue el lema de la Cubre del Clima que se acaba de celebrar en Madrid y que consistió en urgir a los países del mundo a que cambien las estructuras contaminantes con CO2 y hagan una transición justa y duradera; pero dejaron una pregunta abierta. El tiempo apremia. Con ello trasladan la responsabilidad a las autoridades y a sus mecanismos de control y plazos. Sin duda, lo que acontezca en As Pontes está por encima de un puñado de resistentes voluntarios, compromete a las autoridades políticas y económicas y por mucho que quieran esconderse de este mazazo si se produce el cierre de Endesa y dejan sin resolver el problema de sus trabajadores, auxiliares y transportistas no habrá margen objetivo para salvar de su ruina a ese gran pueblo de As Pontes de García Rodríguez.