Más de 5.000 personas claman en la calle por el futuro del empleo de As Pontes y la comarca

A. CUBA / M. MEIZOSO AS PONTES / LA VOZ

AS PONTES

José Pardo

Comercio y hostelería cerraron en apoyo de la movilización para exigir la continuidad de la central térmica

20 sep 2019 . Actualizado a las 11:34 h.

«Todos nos consideramos afectados; se para a fábrica, dunha maneira ou doutra, a todos nos vai tocar, aos que estamos e aos que veñan», sintetizó una comerciante mientras bajaba la persiana del negocio, en la plaza del Carmen, ya abarrotada de manifestantes. Las tracas de petardos evocaban la mina, donde empezó todo, en una marcha sonora de semblantes serios. Más de cinco mil personas, muchas con chalecos amarillos, secundaron este jueves la manifestación convocada por sindicatos, empresas auxiliares, comité de empresa (de Endesa), grupos políticos de la corporación, Concello y colectivos de transportistas del carbón, Seara y Cohempo. Cuando la cabecera ya asomaba por la avenida de Ferrol aún quedaba gente en la plaza do Hospital. A la mayoría de los alcaldes de Ferrolterra, Ortegal y Eume, de todos los partidos, se sumaron los de Miño, Betanzos, Ponteceso, Vimianzo o Malpica. «A protesta vai moito máis alá da comarca», constató el alcalde y presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, encargado de leer el manifiesto consensuado por el grupo de trabajo que promovió el calendario de movilizaciones.

El mensaje final fue claro: «Cun mercado puramente especulativo [el de los derechos de emisión de CO2], que penaliza á central térmica das Pontes, o traballo de centos de familias deste e dos concellos veciños vese abocado a desaparecer». Y si se pierde el empleo, advirtieron los convocantes, caerán los ingresos públicos, «que repercutirán directamente na calidade de vida dos veciños, da xente nova e dos dependentes, con menos obras públicas, menos oferta educativa, deportiva, social e cultural, menos servizos asistenciais...».

Laura Ríos, de 30 años, y Andrea Seijas, de 22, son vecinas de As Somozas, trabajan en As Pontes y no dudaron en salir a la calle: «Preocúpanos o futuro do pobo. Grazas a Endesa hai bares, tendas, traballo nas auxiliares, para os camioneiros... O peche sería o fin das Pontes». Comercio y hostelería cerraron en respaldo de la manifestación, con muchos jubilados de la fábrica y familias jóvenes, inquietas por un porvenir «máis que incerto».

«No» al desierto industrial y poblacional

En el discurso de cierre se cruzaron las cifras: el Concello de As Pontes recibe más de 3,5 millones de euros de la central, casi el 30 % del presupuesto, en impuestos; en las compañías auxiliares trabajan más de 250 personas, además de los 150 transportistas del carbón; y Endesa «investiu máis de 600 millóns coa transformación para queimar carbón de importación, e agora ten un investimento de máis de 200 para adaptarse ás directivas da UE para previr a contaminación».

«Non é xusto condenar a este concello e estas comarcas ao deserto industrial e poboacional», concluyó. Para exigir el compromiso de Endesa y de las Administraciones públicas «para garantir a continuidade da central nun período que permita unha transición enerxética xusta». «Con ou sen Goberno», apuntaba un manifestante. La lucha continúa.