La nieve dificultó la circulación en la zona de Monte Caxado, en As Pontes

Carmela López, M. A. FERROL / LA VOZ

AS PONTES

LVG

La Policía Local tuvo que remolcar un coche que quedó atrapado y la máquina quitanieves estuvo trabajando en la vía desde las nueve de la mañana

02 feb 2019 . Actualizado a las 18:23 h.

El temporal de viento y lluvia ha comenzado a remitir, dejando paso a la nieve en el municipio de As Pontes, concretamente en la zona de Monte Caxado. La Policía Local tuvo que remolcar un turismo que había quedado atrapado en la carretera AC-101, que conduce a Ortigueira, y la máquina quitanieves comenzó a limpiar esa vía sobre las nueve de la nueve de la mañana.

La nevada más fuerte se produjo entre las seis y las ocho horas, según la información facilitada por la Policía Local de la villa pontesa, si bien a media mañana comenzó a lucir el sol.

En la zona de Ferrol, las temperaturas también son muy bajas y se produjeron algunas granizadas, si bien el cielo comienza de despejarse y las nubes están dejando paso también a unos tímidos rayos de sol.

Las previsiones apuntan a la llegada de un anticiclón en la jornada de mañana, tras el paso de la borrasca Helena, que dejó un reguero de incidencias de menor entidad en la comarca.

Dos días de lluvia, viento y rayos

La borrasca Helena rompió la quietud de la noche de jueves a viernes con lluvia, viento y un estruendo que desveló a muchos vecinos de la zona. A las 03:18 horas del viernes, según los registros de Meteogalicia, dos rayos de gran intensidad cayeron sobre Narón, uno en el polígono de As Lagoas y otro en Cornido (O Couto) Fueron dos rayos positivos, los más intensos, porque, según explican expertos de Meteogalicia, proceden del tope de la nube, a unos ocho o nueve kilómetros de altura. Los truenos originados por las dos descargas eléctricas se percibieron a varios kilómetros de distancia.

La del jueves al viernes fue una madrugada de fuertes vientos, intensas precipitaciones y rayos en toda la comunidad. Desde la medianoche llegaron a contabilizarse 371 rayos en Galicia, la mayoría en la franja horaria de cuatro a seis de la madrugada y especialmente en la provincia de A Coruña.

El temporal se sintió también en el mar, con un fuerte oleaje que despertó el interés de muchos curiosos que se acercaron a la franja litoral. Pero el paso de la borrasca Helena dejó además varias incidencias, principalmente por la caída de árboles en viales de Ferrol, Narón, Mugardos y Pontedeume. Las rachas de viento rozaron los 130 kilómetros por hora durante la madrugada, según los registros de la estación meteorológica de Punta Candieira, en Cedeira. Sin embargo, las primeras horas del temporal no causaron daños de consideración, y en la mayoría de los municipios la jornada transcurrió sin complicaciones.

Los bomberos de Ferrol tuvieron que desplazarse estos días a Pazos, Serantes y A Bailadora por árboles derribados, además de retirar elementos desprendidos de edificios, tales como persianas y uralitas, en la calle Magdalena y la zona de Baterías, en la que los vecinos temen que el viento derribe los plátanos de los jardines. También el Speis de Narón intervino en Doso por la caída de árboles y, el GES de Mugardos, en la zona de O Peteiro. En Fene se registró un fallo en dos fases del alumbrado y en Pontedeume un árbol obligó a desviar la circulación en Ombre.

Las intensas lluvias anegaron fincas y los márgenes de algunas carreteras en distintos puntos de la comarca. Ocurrió en Couzadoiro, por la crecida del río Baleo; en Mera o en Prospes (Lamas, San Sadurniño), al desbordarse el cauce del Xuvia. La cantidad de agua también obligó a abrir una de las compuertas del embalse de A Ribeira, en As Pontes.

Riesgo en una fachada

El viernes continuaron los trabajos derivados del derrumbe de parte de la fachada de una vivienda en ruinas de la calle A Calzada, en Pontedeume. Personal municipal se acercó al lugar para evaluar los posibles riesgos y el gobierno local acordó contratar de urgencia una empresa para tirar los restos de la fachada del inmueble número 38, que ya se había desprendido parcialmente, y también de la casa colindante (40), por el peligro de derrumbamiento. El ocupante del inmueble ubicado en el otro lado de la edificación 38 fue desalojado para comprobar si había daños estructurales.