«Hai anos que non viviamos isto»

Álvaro Alonso Filgueira
Álvaro Alonso AS PONTES

AS PONTES

La comarca del Eume, como en el monte Caxado o Goente, se fundió a blanco en una jornada de disfrute para los que no cogieron el coche

08 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

As Pontes se convirtió en la jornada del miércoles en un parque de atracciones. No hizo falta ir al cine para ver unos fundidos a blanco de película, con los que disfrutaron desde pequeños hasta mayores. A pesar de ser uno de los puntos más altos de la provincia, que se eleva sobre más de 700 metros, el monte Caxado pocas veces lleva puesto a lo largo del año semejante manto de blanco nuclear. Los quitanieves despejaron la carretera principal, aunque por momentos estuvo impracticable, pero los caminos secundarios quedaron casi todos inhabilitados, solo a prueba de todoterrenos.

Antes de llegar al parque eólico, una señal indica la parroquia de Somedo. Ese cruce se convirtió en un punto de encuentro para elevar muñecos de nieve y, sobre todo, disparar muchas fotografías. La carretera que lleva desde allí hacia las casas, un par de kilómetros hacia el interior, solo dejaba ver el asfalto a través de las roderas. Aún así, de la veintena de vecinos que vive por esa zona, varios se atrevieron a salir. «Agora non neva como antes», expresaba José Manuel, uno de los propietarios de la antigua casa rural en el lugar de Os Vidás, que regresaba en coche del trabajo. Aunque «pola noite cargou bastante», no tiene nada que ver con la gran nevada de 1983 que muchos recuerdan.

Por el mismo camino, pero a pie, caminaban David y Ana, que dejaron su coche en el desvío y bajaron a observar como habían pasado la nevada los caballos que tienen en la zona. «É complicado para os animais», comentaba él. En dirección contrario se toparon con Manuel y Manolita, que no se perdieron su habitual paseo diario, acompañados de su perra Pitusa. A buen ritmo, con un paraguas cada uno, subieron hasta el cruce, aprovechando las roderas sin nieve. «Xa hai anos que non viviamos algo así, pero o paseo hai que dalo igual. En casa nos quentamos con calefacción e lume, co que faga falta», comentaban. Son otros que también cuentan con un todoterreno. 

«Pensaba que pesaba máis»

Más abajo, en otra parroquia de As Pontes, Goente, la nieve tampoco dio tregua. Cerca de la carretera principal, una camioneta de reparto de pan se quedó a medio camino de una vivienda. Justo subía por la pista el coche de Enrique, que se paró y tiró con su vehículo hasta que el panadero consiguió salir de allí. Y mientras él realizaba la maniobra, su mujer de origen brasileño, Elisabeth, y su hijo, Kaiky, disfrutaban del primer día de nieve de su vida. Ocho meses atrás se casaron al otro lado del Atlántico y ahora que viven en Fene no quisieron perderse esta oportunidad. «Pensaba que pesaba máis», bromeó ella. Acto seguido, le dijo a su hijo: «¿Sabes para que sirve?», y después le lanzó una bola. Él se perdió unas horas de colegio que acabó ganando en felicidad. Gracias a ellos, Maruja Pena, vecina de allí, pudo coger el pan. «Isto é moi bonito e ademais é bo para a terra», expresaba.

El paisaje, traicionero para casi todos los vehículos, no lo fue tanto para los quads de David Vila, Anxo Meizoso y Alfonso Piñeiro. «Dá gusto un día así, presta moito», destacaban. Después de parar unos minutos a hablar con unos vecinos, se desvanecieron haciendo derrapes. Los que no tuvieron que coger el coche o el camión se lo pasaron en grande.