Una semana de intensa lucha para salvar el colegio Monte Caxado

María Meizoso AS PONTES

AS PONTES

PACO RODRÍGUEZ

El comercio pontés cerró sus puertas durante hora y media para apoyar al centro

30 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En Compostela ayer se escuchó un solo grito para reclamar -después de una semana de movilizaciones- que la Consellería de Educación dé marcha atrás en su decisión de cerrar el CPI Monte Caxado y reubicar a sus alumnos en el CEIP A Magdalena y en el IES Moncho Valcarce. Pero ese grito también se dejó sentir en As Pontes. Los ecos de una movilización multitudinaria -del municipio partieron a primera hora de la mañana 12 autobuses y 150 camiones del carbón- se dejaron notar en una villa que durante hora y media se paralizó para, de forma simbólica, apoyar a los centenares de vecinos que secundaron la protesta.

MARÍA MEIZOSO

Al igual que ya habían hecho en jornadas anteriores, los establecimientos comerciales de la localidad cerraron sus puertas de 11.00 a 12.30 horas. «Seguiremos apoyando a la comunidad educativa porque el beneficio es para todos. Le afecta a todo el pueblo y da gusto ver a todo el mundo tan unido», destacó Dani Fernández, vicepresidente de la Asociación de comerciantes, hostaleiros e empresarios ponteses (Cohempo), que acudió a la cita acompañado del presidente de la entidad, José Rodríguez Cope. «Todos los asociados están involucrados y los clientes nos han agradecido el gesto que estamos teniendo», subrayó Rodríguez a la vez que señaló la «emoción de una jornada el la que vimos a todo el mundo volcado. La unión es impresionante y lo de los camiones ya fue alucinante».

Con los transportistas del carbón a la cabeza, el colectivo de pequeños comerciantes engrosa la larga lista de agrupaciones que se han manifestado en contra del cierre y unificación de centros educativos en el municipio. Precisamente, la llegada de los camioneros a las inmediaciones de la sede de Educación fue uno de los momentos más emotivos de la mañana al ser recibidos con un sonoro aplauso. Uno de ellos, Lolo Dopico -conductor del camión que encabezó la marcha- explicó que «son pai de dous nenos, un deles no CEIP A Magdalena e teño unha nena que vén atrás. Todos somos veciños e hai que apoiar». Dopico aseguró que «se coa axuda dos camións podemos facer algo e que esta reclamación vaia adiante será o que faremos».

«Un trato más justo»

Desde el minuto cero, el Concello se posicionó al lado de la comunidad educativa apoyando las acciones de protesta que se han ido sucediendo en la última semana. Por eso, ayer, una amplia representación del equipo de gobierno y de la corporación municipal se desplazó a Compostela para reiterar su respaldo a las ANPAS y al colectivo de profesores.

En uno de los autobuses viajó el regidor, Valentín González Formoso, «confiado de que vean que nuestra rabia tiene justificación y continúen negociando». A esa rabia e indignación aludió para subrayar que «ese es nuestro motor para exigir justicia». Sobre el futuro, abrió la puerta a «racionalizar el mapa educativo local», pero, «con tiempo y escuchando a todo el mundo».

El colectivo de padres, organizados desde primera hora a las puertas del centro escolar, superó ayer una nueva prueba. Avalados por la respuesta, una de las madres afectadas -Belén Castro- explicó que «si nos movilizamos tanto no es ni por ganas, ni por política, ni por molestar. Es porque es un error muy grande».

Pendientes de la convocatoria de un nuevo Consello Escolar Municipal -en el último se echó abajo la última propuesta planteada por el jefe territorial de Educación- en el municipio no se detienen y ya estudian nuevas movilizaciones. Por lo pronto, han comenzado a enviar cartas, de forma individual, al Valedor do Pobo. Una comunicación que también enviarán al Defensor del Pueblo.