Una transformación más ambiciosa de lo que requiere la normativa comunitaria

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

AS PONTES

La térmica ha pasado ya por dos grandes reformas

30 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La térmica pontesa comenzó a funcionar en 1976 y ha experimentado en los últimos años dos grandes transformaciones, obligada por las normativas medioambientales en vigor. Entre 1993 y 1996 se reformó para poder quemar hulla de importación mezclado con el lignito que extraía de su mina, con el fin de reducir los niveles de contaminación a la atmósfera.

Entre los años 2004 y 2008 acometió la segunda gran adaptación, ante el fin de la vida útil del yacimiento a cielo abierto de As Pontes. Desde entonces, únicamente quema en sus calderas carbón de importación, que llega a la terminal descargadora del puerto exterior en grandes barcos carboneros. Desde Caneliñas, se transporta en camiones hasta la térmica.

Endesa invirtió 275 millones de euros en esta gran reforma, que llegó a emplear a varios centenares de trabajadores de las empresas auxiliares de la comarca. 

Más de 200 millones

El tercer gran proyecto de reforma, que se acometerá para adaptarse a la Directiva de Emisiones Industriales (DEI), requerirá de un esfuerzo inversor de 218 millones de euros, que se iniciará el próximo año y se desarrollará hasta mediados del 2020.

Los responsables de la compañía sostienen que la reforma será más ambiciosa que las exigencias que marca la normativa europea, propiciando que sea aún más eficiente y más verde.