Las alfombras de Ares plantan cara al coronavirus desde los balcones

Manuel Arroyo Alves
M. Arroyo ARES / LA VOZ

ARES

Balcón decorado por la presidenta de la Asociación Alfombras Florais, Teresa Muíños (en la imagen)
Balcón decorado por la presidenta de la Asociación Alfombras Florais, Teresa Muíños (en la imagen) CÉSAR TOIMIL

Decenas de vecinos elaboraron tapices florales verticales para celebrar la cita tradicional del Corpus Christi

14 jun 2020 . Actualizado a las 19:33 h.

De las crisis surgen oportunidades y grandes ideas. Repetido como un mantra en los últimos meses, en Ares sí parece haber surtido efecto y la iniciativa vecinal para que las tradicionales alfombras florales del Corpus Christi no pasasen de largo este año podría resultar una vuelta de tuerca a la tradición de la villa.

Hace apenas dos semanas, ante la imposibilidad de lucir en las calles los efímeros tapices vegetales por el estado de alarma, surgió una idea: hacerlos verticales y en las fachadas de las viviendas, de modo particular. Aunque escépticos, los aresanos respondieron a la propuesta y la villa amaneció engalanada con el arte floral. «El pueblo está precioso y huele a flores, que es como tiene que ser estos días. Esto va a sentar un precedente». Quien así habla es Teresa Muíños, presidenta de la Asociación Alfombras Florais, una entidad que mantiene viva la tradición que congrega a numerosos visitantes cada mes de junio. Este año, obviamente, no hubo aglomeraciones, pero «la gente está tan contenta con el resultado que el año que viene quieren repetir», afirma.

Sobre un centenar de viviendas, locales hosteleros y edificios públicos lucen los adornos en los que predominan las hortensias. También los alumnos del CPI As Mirandas elaboraron alfombras en sus casas. «El espíritu no se ha perdido y la emoción está a flor de piel», enfatiza Muíños.

La concejala de Cultura, Alma Barrón, subraya la sorpresa agradable que inundó la localidad: «Nos sorprendieron todos los adornos que hay», y se muestra convencida de que se repetirá en futuras ediciones para enriquecer la arquitectura floral. «Es un complemento espectacular para las alfombras». Además, el guiño al Corpus dejó su sello en otras localidades del país. «Hay una familia de Ares que vive en Madrid que también hizo allí su alfombra y otra vecina que reside fuera y que se dedica al maquillaje corporal elaboró una obra facial con esta temática», indica Barrón. Y halaga: «No es lo mismo que un día normal de alfombras, pero entre todos hemos conseguido que no se pierda la tradición en Ares».