Ramón Casteleiro: «Me gusta que me critiquen mi obra»

Iago Couce / B.C. FERROL / LA VOZ

ARES

JOSE PARDO

El aresano expone varios de sus cuadros en la Casa da Xuventude de su villa natal

09 ago 2018 . Actualizado a las 12:11 h.

Ramón Casteleiro González (Ares, 1951) es un cirujano ortopédico retirado que vive en Madrid pero con sangre aresana. Descubrió su pasión por la pintura cuando le faltaban pocos años para el retiro. Es un pintor amante del óleo, una técnica que le ayuda a plasmar con mayor viveza los paisajes de su tierra natal.

-¿Cuándo comenzó a interesarse por la pintura?

-Me empecé a interesar por la pintura cuando estaba preparando la jubilación. Unos tres o cuatro años antes de la jubilación, empecé a ir a clases de dibujo, de pintura... Para una vez ya jubilado, dedicar todo el tiempo que pueda a la pintura, a la escultura, a tallar en piedra o a modelar en barro. La última fase de mi vida, dedicada al arte.

-Actualmente, ¿se dedica profesionalmente?

-No, yo soy jubilado, vivo de mi jubilación. Me preguntaba una señora de Madrid hace años si no era un poco mayor para aprender el oficio, y yo le contesté que soy de vocación tardía, y que estas siempre llegamos tarde a todo. Al cabo de unos meses me dijo: ‘¿Ya el oficio le da para comer?’ Y yo le dije que por ahora ni para desayunar, pero seguimos en esto. No soy profesional, intento hacerlo bien. Intento llegar a ser en la técnica un profesional, pero no lo soy.

-Entonces es una afición.

-Es más que una afición, porque le dedico todas las mañanas y todas las tardes al arte. No solamente a la pintura sino a la escultura. Yo me jubilé, me olvidé de mi profesión, le regalé los libros a compañeros más jóvenes y ahora solamente me dedico al arte a tiempo completo. Es más que un hobby, no soy un señor que pinta un día, tengo una disciplina, pinto tres veces por semana con disciplina y con rigor.

-¿Qué refleja su obra?

-Hago dos tipos de obra. Cuando vengo en verano a Ares pinto la comarca, pinto Mugardos, pinto Ares y pinto Redes. Procuro hacer los paisajes corrientes que todo el mundo ve todos los días y son cotidianos y que no llaman la atención. Yo les intento sacar la belleza del paisaje, la belleza del bote... que sea una pintura agradable de ver. En Madrid pinto retratos, hago pinturas clásicas que las transformo tipo pseudodadaísmo. A lo mejor en el cuadro de las danzas he cambiado todos los personajes. En vez de ser personajes españoles del siglo XVII son políticos actuales. Por ejemplo, en Las Meninas, en lugar de la familia de Carlos IV, pues pongo la familia del rey actual y la del rey emérito.

-¿Qué se puede encontrar en la exposición Una Narración pictórica de nuestro entorno, que se exhibe hasta septiembre en la Casa da Xuventude?

-En la exposición hay paisajes de Ares, Redes y Mugardos. Aparece todo lo que hay en las villas: las marinas, los barcos, la gente que viene del trabajo, la gente que trabaja en los barcos, los pueblos, las playas... lo que ve la gente todos los días. En Mugardos, por ejemplo, un año hice una foto por la noche de la beiramar en verano y salió una cosa preciosa. Principalmente en la exposición hay lo que ves todos los días y no te llama la atención. Yo busco que los cuadros que tengo aquí en Ares no tengan títulos porque, aparte de hacer una pintura figurativa, hago una pintura narrativa. Narran una historia y cada espectador se busca su historia, entonces narro muchos cuentos, y haces un diálogo con el espectador, no es una cosa que veas así sin más. Si consigo hacer eso, que te llegue y te motive, es estupendo.

-¿Cree que es bueno que se haga este tipo de exposiciones?

-Yo creo que sí, porque la obra de un artista, mientras la estás haciendo, no se debe criticar porque la obra no está acabada. Pero una vez cuando la expones es el momento de criticarlas, y con la críticas aprendes. A mí me gusta que me critiquen porque me corrigen mucho. Una vez le mandé un vídeo a un amiga pintora, que es una retratista muy famosa, y me contestó una cosa que me gustó mucho. Me dijo: ‘Me gustan tus marinas porque son agradables de ver’. Si consigues que las pinturas sean agradables, estupendo, es lo que pretendo.