Tardan dos horas en evacuar a un trabajador herido en Caaveiro, por el mal estado de la carretera de las Fragas do Eume

A. F. C. A CAPELA / LA VOZ

A CAPELA

Los baches son un problema desde hace años, como se observa en esta imagen de archivo
Los baches son un problema desde hace años, como se observa en esta imagen de archivo JOSÉ PARDO

El hombre se cayó de una escalera cuando estaba limpiando los cristales y sufrió una fractura de tibia y peroné

09 jun 2023 . Actualizado a las 23:13 h.

Los servicios sanitarios tardaron dos horas en evacuar a un trabajador herido del monasterio de Caaveiro, por el mal estado de la carretera que va desde el centro de interpretación del parque natural, situado en Ombre, hasta el puente que conduce al cenobio. Ocurrió el martes por la mañana. J. M. B. V., de 51 años, empleado de la empresa de limpieza contratada para esta edificación, estaba limpiando los cristales subido a una escalera, se cayó y como consecuencia del golpe sufrió una fractura de tibia y peroné.

Avisados los servicios de emergencias, la ambulancia tardó una hora en recorrer los cerca de nueve kilómetros que separan el centro de interpretación de Caaveiro, debido a los baches y socavones que presenta el firme del vial, cuyo estado ha empeorado tras las lluvias registradas los últimos días. En el trayecto de vuelta, el vehículo tuvo que reducir aún más la velocidad para mitigar el traqueteo y reducir las molestias para la persona lesionada, con una fractura abierta en una pierna. Desde que se recibió aviso del accidente, pasadas las diez de la mañana, hasta que la ambulancia del PAC de Pontedeume llegó al Hospital Arquitecto Marcide, transcurrieron unas tres horas.

Las protestas por el deterioro de esta vía, el principal acceso al monasterio de Caaveiro (desde Pontedeume hasta A Capela), se repiten desde hace años. Una persona que trabaja por la zona lo calificaba justo antes del verano de «desastre y dejadez». Los trabajos de rebacheo que suele efectuar la Consellería de Medio Ambiente solo sirven de parche.

Pero en las Fragas do Eume no solo fallan las comunicaciones por carretera. La cobertura de telefonía es deficitaria o nula en varios puntos del parque. En el entorno del monasterio, «va y viene», como apuntan fuentes que frecuentan la zona. Esta carencia dificulta las labores de rescate, cuando algún senderista se pierde o se lesiona. Este verano, una mujer sevillana se rompió un pie cuando hacía una ruta por este espacio natural. Por suerte iba acompañada de su hija, que tuvo que caminar durante dos horas hasta encontrar un lugar con cobertura y poder avisar al 112.

La falta de aparcamientos representa otro problema en las épocas y los días de mayor afluencia de visitantes, que se agudiza por la presencia de coches aparcados a ambos lados de la carretera, un embudo que complica el paso de vehículos de emergencias. «No se puede estar promocionando un parque al que cada vez viene más gente cuando constituye un peligro», denuncian afectados.