Víctor Caneiro: «Era escribir o ir al psicólogo»

IAGO CODESIDO FERROL / LA VOZ

A CAPELA

REBECA LÓPEZ

El naronés se estrena a sus 51 años con «La Aldea Roja», ambientada en A Capela

02 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Víctor Caneiro (Narón, 1968) habla de la protagonista de su libro como si fuese una persona de carne y hueso. «A Verónica le encanta la naturaleza y vive en Madrid, así que todas las mañanas sale a correr al Retiro». Caneiro acaba de presentar su primera novela, La Aldea Roja, un thriller ambientado en los montes de A Capela el que combina misterio y celos con un secreto que permanece enterrado desde la posguerra.

-¿Se imaginaba publicando una novela hace dos años?

-Ni de coña. Escribir era mi ilusión de la infancia, pero terminé dejándolo de lado cuando llegaron las responsabilidades de la vida adulta.

-¿Es su primer contacto con la literatura?

-No. Ya cuando era pequeño escribía cuentos que luego vendía o regalaba. Recuerdo que me reñían por estar escribiendo en vez de estudiar, así que lo hacía a escondidas.

-¿Por qué decidió retomarlo?

-Tuve una etapa muy estresante a nivel laboral, y recordé cuánto me calmaba escribir. Era eso, o ir al psicólogo. Así que me puse otra vez a ello, 40 años después.

-Como una especie de terapia.

-Exacto. Al principio probé a pasear por el monte, pero me perseguían los pensamientos, no funcionó. Cuando escribo, en cambio, las horas pasan sin que me entere.

-¿Se inspiró en esos bosques para el emplazamiento de la novela?

-Efectivamente. De hecho, algunos de estos paseos los hice por el mismo monte en que transcurre la historia. Sin embargo, la aldea es ficticia. En el libro uno zonas que en realidad están separadas.

-¿Por qué escoge A Capela y no un lugar más exótico?

-En primer lugar, porque es lo que conozco, y así evito meter la pata. Además, creo que puede ser una forma de poner en valor el rural gallego, que es el gran olvidado. Nos vamos de vacaciones a Canarias y Marbella teniendo lugares fantásticos tan cerca de nosotros.

-¿Hay algún autor al que pretenda acercarse con esta obra?

-No creo que esté capacitado para intentar imitar a autores consagrados. Además, yo no enfoqué el libro como un modo de ganarme la vida, sino como un tratamiento, para relajarme. No me preocupé mucho por la estructura, simplemente me dejé llevar por mi imaginación.

-¿Nunca se ha planteado intentar vivir de la literatura?

-Ojalá pudiese, pero tengo claras mis limitaciones. Quizá, cuando me retire, siga escribiendo, pero solo por el placer de hacerlo.

-¿Cuánto tiempo ha invertido en escribir el libro?

-Un año y pico. Lo fui haciendo en ratos libres, festivos, fines de semana...

-¿Cómo afronta esta última etapa de sacarlo al público?

-Estoy un poco ansioso por ver cómo responde la gente. Por lo menos ya está publicado y no es simplemente un tocho de folios.

-¿Lo ha leído alguien ya?

-Le dejé el borrador a unos amigos de confianza, que sé que no tendrían reparos en criticarlo, y les gustó. También lo leyó mi mujer.

-¿Y le gustó?

-Me ha pedido mil veces que cambie el final. Mi mujer siempre me hace críticas muy duras, incluso agresivas (risas). Pero en este caso me dio el visto bueno y decidí intentar publicarlo.

Argumento. Narra la historia de una mujer que compra una aldea abandonada para reconvertirla. El pueblo, sin embargo, esconde un pasado oscuro que algunos querrán proteger a toda costa.

Dónde conseguirlo. En Amazon, por cuatro euros en PDF y 14,70 en papel.

-¿Por dónde empezó?

-Lo presenté en un par de concursos y alguna editorial, pero no hubo suerte. En las editoriales, si no tienes un nombre conocido la mayoría de las veces tu borrador acaba en la basura. Nadie quiere apostar por escritores primerizos. Como empresario puedo entenderlo, es lógico que opten por autores que saben que van a venderse bien.

-Por eso termina autoeditándolo.

-Así es. Decidí hacerlo con Amazon. Tuve que ocuparme de partes que, en una editorial tradicional, no corresponden al escritor, como la maquetación y el control ortográfico, pero ya está hecho.

-Según publicó en redes sociales, tardó mucho en llegarle su ejemplar.

-Sí. Estaba muy inquieto, casi se me acaban las uñas de tanto que me las mordí esperándolo (risas). Al fin llegó, después de algún retraso. Aunque habrá que corregir algunos pequeños detalles, es una sensación fantástica tenerlo, sobre todo al ser el primero que publico.

-¿Tiene en mente una segunda novela?

-Tengo algunas ideas, pero por ahora voy a dejarlas aparcadas hasta conocer qué opina la gente de este. Ojo, prefiero recibir críticas de gente sincera a que me doren la píldora por cortesía. De estos últimos comentarios no se aprende nada.

-¿Es posible hacer cosas nuevas pasados los 50?

-Sí, si se anima uno. Para mí, lo más importante es lanzarse a por las cosas que nos ilusionan, aunque conlleven un pequeño riesgo. Y tampoco hay que preocuparse mucho de lo que otros vayan a decir. La vida no es ir al trabajo todos los días a cumplir un horario para luego ir de fiesta. Hay que arriesgarse a veces. Solo así se puede dejar huella.