Un lustro sin campaña de la vieira

Manuel Arroyo Alves
M. Arroyo FERROL

A CAPELA

JOSE PARDO

Los mariscadores apelan al cambio de la norma comunitaria para salvar el sector

17 ago 2019 . Actualizado a las 16:48 h.

Capachos vacíos un verano más. Los niveles de toxina fijados por la normativa europea no han permitido aún abrir la campaña de la vieira en la ría de Ferrol. Enfila así el sector cinco ejercicios sin una actividad plena, luego de que el año pasado -cuando se estrenó la planta evisceradora de A Capela- se cerrase la campaña a los cuatro días de comenzar la extracción por los malos resultados de los análisis.

Los niveles superiores a los permitidos desde Bruselas concatenados en los últimos meses llevaron a los mariscadores de la cofradía de Ferrol y a la Xunta a profundizar en una problemática que se perpetúa pese al avance en el saneamiento de la ría. Según explica Jaime Gabarri, portavoz del colectivo que extrae vieira en la ría y uno de los impulsores de la planta de A Capela, el compromiso de la Consellería do Mar es elevar a la Unión Europea la revisión de los protocolos para la comercialización del bivalvo. Argumentan los mariscadores la constatación de que los niveles de toxina no son los mismos una vez eviscerado el molusco, incluso muy por debajo de límite permitido. «No llega ni a la mitad del máximo», sostiene Gabarri, que precisa que tras el procesamiento de la vieira se obtienen resultados de 8 o 9 miligramos por kilo cuando el nivel de seguridad para el consumo es de 21. Sin embargo, los profesionales del sector no pueden siquiera echarse al mar porque la gónada y el músculo de la vieira tienen que arrojar, de forma independiente, un valor de 4,6 en el momento de la captura. La medida en estudio es que esa cifra fuese el techo para el análisis conjunto de ambas partes del bivalvo.

Actividad bajo mínimos

A la espera de que las analíticas den un vuelco -aunque inesperado- en septiembre que permita la captura, la planta evisceradora creada para no depender de terceros languidece con la actividad mínima que aporta el procesamiento de zamburiña.

El esperado estreno de la infraestructura en junio del 2018 resultó ensombrecido apenas puesta a andar por el veto a la vieira, su principal producto de negocio y también uno de los más codiciados por los furtivos.