«Como ingeniera de Navantia Ferrol y como fotógrafa, siempre disfruto de todo»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida FERROL / LA VOZ

FERROL

Carolina Martínez con parte de su obra en el Torrente Ballester.
Carolina Martínez con parte de su obra en el Torrente Ballester. JOSE PARDO

La artista e ingeniera industrial Carolina Martínez inaugura el viernes una exposición con toques de Japón, en el centro Torrente Ballester

24 abr 2025 . Actualizado a las 04:47 h.

«Como Supermán, tengo doble personalidad», apunta en sus redes Carolina Martínez. No hay mejor presentación para esta Supergirl de Narón, de 42 años y mil inquietudes. Ingeniera de Sistemas en Navantia Ferrol, organizadora de citas divulgativas en torno a la ciencia y la cerveza como el Pint of Science del 19 al 21 de mayo, apasionada viajera y fotógrafa. Y además, habla seis idiomas. Uno de ellos es el japonés, con el que se embarcó en un viaje hace dos años por el país del Sol Naciente. Fruto de aquella experiencia, nace la exposición Tebasaki y sake caliente que se inaugura este viernes a las 19.00 en el Torrente Ballester. Evoca la delicadeza y la fuerza de Japón... y también de la propia Carolina.

Su pasión por la fotografía llegó mucho antes de convertirse en ingeniera industrial. «Empecé con 13 o 14 años con un curso en el Grupo Bazán, mi padre trabajaba allí y realizaban un montón de actividades», recuerda. Siempre tuvo una personalidad inquieta, que buceaba por el mundo de las artes además de por las ciencias. «Pedí que me apuntasen a aquel curso y la fotografía fue interesándome cada vez más, aunque la vinculación a la imagen y la plástica ya la tenía desde muy pequeña», continúa. Y asegura que «como ingeniera de Navantia y como fotógrafa siempre disfruto de todo, siempre me tomo con respeto todo lo que hago».

Otra parte de la muestra de Carolina Martínez
Otra parte de la muestra de Carolina Martínez JOSE PARDO

En la exposición del viernes, fotografías y otras creaciones artísticas (utilizando telas tratadas con procesos manuales japoneses, por ejemplo) arman un discurso que camina por el silencio, «por la dicotomía que tienen ellos entre el amor por la belleza con su parte ceremoniosa... y la presencia de la violencia». Cita como posible inspiración el libro El crisantemo y la espada. Pero nada más determinante que el propio viaje que hizo Carolina Martínez a Japón. «Quizás esta exposición no sea la más personal pero sí es en la que más me he volcado como persona, a partir de las fotos de mi estancia en ese país intento hablar de la construcción de esa cultura en el imaginario popular».

Alude así «a la construcción del deseo en tiempos de ausencia y espera, elaboras un ideal del país que visitarás pero después te encuentras con otra realidad de grandes huecos y soledades». Alumna de las clases de Esther y Akihiro en el Aula Japón Shizuku (barrio de Canido), explica que «mi sueño siempre fue viajar allí y durante ese tiempo fui construyendo ese ideal, al igual que Occidente construye su idea de Oriente». Se marchó sola, y esa experiencia la expresa en su muestra artística con 24 piezas en Ferrol: «Cómo los espacios y tránsitos afectan a una persona».

Su fotografía bebe sobre todo del nuevo documentalismo, con creadores como Anders Petersen o Antoine d'Agata. Y en cuanto a los idiomas, habla japonés, alemán, francés e inglés (además de castellano y gallego); «pero no voy a aprender más», se ríe. De Japón le asombró «la soledad y deshumanización de las grandes periferias; pero también el gusto por lo bello en lo rural, el elogio de la naturaleza, y el gran respeto por los mayores».