Debutar como profesora de cocina al filo de los 60: «Nunca es tarde para descubrir una nueva vocación»

beatriz antón FERROL / LA VOZ

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Aurora Puebla, retratada el jueves pasado en las cocinas del CIFP Fraga do Eume
Aurora Puebla, retratada el jueves pasado en las cocinas del CIFP Fraga do Eume César Toimil

Aurora Puebla estudió Veterinaria, pero su trabajo en una cafetería universitaria despertó su interés por la hostelería, así que se formó con dos ciclos y ahora da clases en el CIFP Fraga do Eume

30 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay quienes tienen clara su vocación desde la niñez. Otros la descubren en la juventud o en la madurez. Pero también hay gente, como Aurora Puebla, que a lo largo de su vida ha cultivado más de una pasión y no ha tenido miedo de cambiar de oficio cuando ya casi está camino de la jubilación «Yo tengo 59 años y el curso pasado fue la primera vez que trabajé como profesora de FP. Nunca es tarde para descubrir una nueva vocación», dice tajante esta profesora de técnicas de elaboración culinaria y pastelería en el ciclo de Dirección de Cocina del CIFP Fragas do Eume de Pontedeume.

La historia de Aurora resulta bien curiosa porque en su juventud estudió una carrera que poco tiene que ver con los fogones. Nacida en Palencia y criada en A Coruña, cuando terminó el bachillerato se marchó a Lugo a estudiar Veterinaria. «Siempre me gustaron las ciencias y los animales, así que me pareció una buena idea», relata Aurora, que ahora vive en Castro do Rei. Lo que no se imaginaba entonces es que en la ciudad de las murallas terminaría por descubrir su pasión por la gastronomía.

Tras licenciarse, tuvo un contrato en prácticas en Ternera Gallega, pero enseguida lo dejó para volcarse en su trabajo en la cafetería de la Facultad de Veterinaria, la misma en la que estudió, que llevaba junto a otros compañeros de aulas desde incluso antes de terminar la carrera. Allí trabajaba tras la barra, pero también y sobre todo en el control de la higiene y seguridad alimentaria, una de las principales funciones de los veterinarios. «Lo que ocurrió es que al trabajar en la cafetería me empecé a interesar por la gastronomía y la cocina y entonces decidí formarme, con la idea de mejorar la atención que prestábamos allí», rememora.

César Toimil

Con cuatro hijos, 46 años y sin abandonar su trabajo en la cafetería, Aurora retomó los estudios y consiguió sacarse dos ciclos de hostelería en el instituto Sanxiallo de Lugo, uno de servicios y otro de cocina. Pero ella se quita importancia: «Siempre lo he compaginado todo, cuando estudiaba Veterinaria ya trabajaba y no me resultó complicado volver a hacerlo. Además, fue una experiencia que me resultó muy enriquecedora y en la que todo me resultó interesante, tanto las asignaturas específicas de cocina y servicios, como otras más generalistas, como iniciativa emprendedora o orientación y formación laboral», apunta sobre aquella etapa de alumna de FP.

Cuando cursaba los ciclos no se le pasó por la cabeza dedicarse a la docencia, pero un profesor le habló de esa posibilidad y le pareció buena idea. Así que, tras conseguir sus dos títulos de FP, ni corta ni perezosa Aurora se sacó también el máster de formación de profesorado y se presentó a las oposiciones para ejercer como docente de ciclos formativos. «No obtuve plaza, pero entré en la lista de sustituciones y el curso pasado ya estuve dando clase en el IES Sanxiallo de Lugo y en el IES Sabón de Arteixo y este curso estoy como profesora en el CIFP Fraga do Eume», dice encantada.

«Lo que más me preocupa es que el alumnado no esté en las clases por estar ni se las tome como una obligación, sino que realmente sientan interés y disfruten aprendiendo», anota sobre los desafíos que a diario encara en las aulas del Fraga do Eume. Y al preguntarle si se siente realizada con nueva faceta de docente, no lo duda ni un segundo: «No sé lo que opinarán mis alumnos, eso habría que preguntárselo a ellos, pero yo disfruto mucho dando clase».