Menchu y Fada, un dúo único en España: «Hay vida más allá de la silla de ruedas»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida NARÓN / LA VOZ

FERROL

Menchu Iglesias y su perrita Fada, equipo de Lobos de Naraío, en Cedeira este miércoles.
Menchu Iglesias y su perrita Fada, equipo de Lobos de Naraío, en Cedeira este miércoles. JOSE PARDO

Esta cedeiresa y su perrita son subcampeonas del país en «paragility», a través de Lobos de Naraío (con sede en Narón)

07 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En toda España, no hay unas chicas como Menchu y Fada. Esta cedeiresa de casi 54 años y su perrita de casi nueve acaban de convertirse en subcampeonas de paragility en el país. «Soy la primera en competir oficialmente en silla de ruedas a este nivel porque las demás son personas con dificultades de movilidad pero no iban en silla como yo», indica Menchu Iglesias junto a su border collie. Este equipo de Lobos de Naraío (con sede en San Mateo, Narón) se alzó con el segundo puesto de Paragility en el Campeonato de España de Agility de la Real Federación de Caza (Yunquera de Henares, Albacete). «Llevamos solo este año compitiendo y ya hemos sido campeonas gallegas, todo esto enseña que hay mucha vida más allá de la silla de ruedas... y que hay muchas formas de recorrer el camino», afirma.

Menchu se inició en el agility a través de su pareja, Javier Sánchez Amado (educador canino y director de Lobos de Naraío). «Tienes que ser muy tolerante a la frustración, es un deporte de equipo en el que tu media naranja es un perro y lo que pasa en la pista es responsabilidad del guía», explica la subcampeona de España. El propio Javi fue aprendiendo para enseñarle a ella, «se sentó en la silla para ponerse en mi piel». En el campeonato, «el primer día quedamos eliminadas, pero en el segundo conseguimos el subcampeonato». En esta modalidad inclusiva del agility, los perros completan pistas con sus guías: desde jumping a todo tipo de obstáculos.

«Yo voy en la silla y el resto de los competidores aunque sean de paragility no, al final hacemos la adaptación entre todos, desde los jueces al diseño de las pistas», indica. Se trata de un aprendizaje constante, «y me gustaría que muchos se animen a este deporte, salimos a divertirnos y a que el perro sea feliz». También le gustaría que paragility tuviese competiciones internacionales. 

Menchu y su perrita Fada, un  gran equipo con su trofeo.
Menchu y su perrita Fada, un gran equipo con su trofeo. JOSE PARDO

Todo cambió a los 17 años

Menchu sufrió un accidente de moto a los 17 años. Antes fue campeona gallega de atletismo en 50 y 200 metros lisos. «Me estaba preparando para entrar en INEF, pero tuve el accidente dos días antes del Selectivo», recuerda. Quedó con una lesión medular incompleta, «pasé un año en el hospital, tenía unos planes de vida pero aprendí a recorrer de nuevo el camino».

Le ayudó mucho mentalmente que ya tenía «la disciplina de la competición individual». Y celebra «la gran suerte de poder caminar casi 25 años hasta que ya no pude, así me fui adaptando, cuando el accidente no había referentes de discapacidad, ahora solo puedo estar agradecida a la gente del agility por las facilidades».

Menchu y Javi tienen cinco perritos: Ajax, Fada, Silva, Socio y Marea. La relación con Fada es muy especial: «Llegó a nuestras vidas con siete semanitas y nos metimos a jugar en una pista de agility, yo además pasé de practicar con muletas a hacerlo ya en silla de ruedas, y ahora compito con una silla que tiene acoplada una rueda eléctrica». Pero además Menchu tiene el gran poder del humor: ««Cuando Fada vuela sobre las vallas me quedo embobada ¡y hasta me despisto! En la pista todo lo demás deja de ser importante y eso está guay».