Marcos Álvarez, de jugador del Racing a policía local de Ferrol: «He encontrado mi vocación»
FERROL
Colgó las botas el año pasado tras el ascenso con el Vilalbés: «Lo disfruté mucho»
20 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El confinamiento por la pandemia sanitaria del coronavirus cambió la vida al entonces jugador del . «La decisión de dejar el fútbol la tenía bastante clara desde que me puse a opositar, el año de la pandemia. Justo acabé un máster de Recursos Humanos —antes estudió el grado de Relaciones Laborales en Ferrol— pero no me gustó mucho y me hizo darme cuenta de que no me veía trabajando de lo que había estudiado. Entonces, pensándolo con mi mujer y hablando con un amigo que es policía en Narón, decidí opositar a ello. Y desde ahí tenía claro que en cuanto aprobase iba a colgar las botas», recuerda el ortegano. Tras mucho estudio y esfuerzo ahora es uno de los dos nuevos agentes que se unen al cuerpo de la Policía Local de Ferrol tras la toma de posesión celebrada esta semana en el Ayuntamiento.
Talentoso y veloz canterano de A Malata, héroe del ascenso del 2013, su vida ha estado ligada principalmente al fútbol gallego, con etapas en el Mugardos, Racing, Pontevedra, Coruxo o Somozas. Hasta la última enrolado en las filas del Vilalbés, en un vestuario repleto de caras conocidas como la de Pablo Rey o Joel. «Lo disfruté mucho, sobre todo por la gente de allí. Se vive diferente en un equipo humilde y con todo el mundo a tu alrededor volcado. Y a mí, en el aspecto personal, me coincidió perfecto porque ascendimos, aprobé la oposición y dejé el fútbol», reconoce.
Lleva afincado en Narón con su mujer y su hijo desde su última etapa en el Racing. «Y ya no nos movimos. Estamos muy contentos aquí. Y tuve suerte de sacar buena nota y poder elegir Ferrol», agradece. Ahora cambia la elástica futbolística por la placa policial. «Siempre supe que el fútbol se acabaría algún día, que no se puede jugar hasta muy tarde, pero no tenía claro a qué quería dedicarme. Me metí a esto de la policía con incertidumbre pero me llevé una grata sorpresa. Ahora tras la academia y las prácticas estoy muy contento. Creo que encontré mi vocación», reconoce. ¿Qué es lo que más le atrae de su nueva profesión? «Hablándolo con mi nueva compañera que entra a la vez conmigo se lo decía, a mí me apetece hacer de todo. Se que no entro muy joven pero estoy con la misma ilusión de cuando llegas nuevo a un equipo de fútbol. Tengo ganas de ver todas las unidades y aprender de todos mis compañeros. Me gusta todo. Como cada llamada es diferente me resulta un trabajo muy dinámico y multidisciplinar», comenta.
El pasado verano, de julio a septiembre, cumplió sus prácticas ya en Ferrol. «Estuve en Medio Ambiente, atestados, patrulla... Anduvimos un poco por todo, con intervenciones muy diversas», comenta. E, incide en lo que le gusta. «Me veo haciéndolo». Agradece a su familia el apoyo. «A nivel de estudio no me esperaba que las oposiciones fuesen tan difíciles. Fue lo que más me requirió, saber organizarme y constancia. Con la casa, la comida, el niño... es difícil, pero hasta me vino bien porque me hizo aprender a organizarme. No faltaba nunca a las horas de estudio y fue lo que impulsó a mejorar», explica.
Hay aspectos de sus dos vidas que le han ayudado en la otra. Por ejemplo, la preparación física. «Al haber entrenando toda mi vida no tuve que prepararme las pruebas físicas. Y es algo que te quitas de encima, solo tenía que preocuparme de la teoría», recuerda. También su capacidad de disciplina y seguir órdenes. «Estoy acostumbrado a cambiar de vestuario, conocer gente nueva todos los años, saber amoldarme a un grupo, recibir órdenes del entrenador... Aquí somos muchos más, cerca de cien, pero creo que mi pasado me puede ayudar ahora», valora.
Y si ahora, ataviado con su indumentaria policial, ¿le tocase alguno de los dispositivos de vigilancia de algún partido del Racing? «Alguno me tocará pero, ¡jugando espero que no, que ya no! ¡Ya no estoy para esos trotes», bromea. Sigue a su Racing como aficionado, aunque todavía en esa fase de alejarse de lo que ha sido su vida hasta ahora. «Sigo sus resultados y cómo va, pero me estoy desentiendo un poco del fútbol. Necesitaba un descanso del deporte. Ni voy a jugar pachangas con mis amigos. El otro día pisé por primera vez un campo, el Somozas, porque venía Pablo Rey», comenta. Pero recuerda con cariño muchos momentos de su trayectoria. «De mi última etapa en el Racing recuerdo el ascenso, que lo vivimos de una manera muy especial. El siguiente ya fue complicado, fue el año del covid y yo no jugué mucho», comenta. Se lleva a grandes amigos, como Pablo Rey. «Coincidimos muchos años y hablo con él todas las semanas. Es de lo mejor que me llevo de todos estos años, aparte de las experiencias», agradece.
Gol al Laudio y ascenso
En su memoria estará también para siempre momentos como su gol para el ascenso del Racing en el 2013. «¡Hace tantos años! Madre mía. Recuerdo perfectamente el gol en A Malata contra el Laudio. Una jugada que hace Pablo desde banda izquierda, conduce el balón, se mete para dentro, y me da un pase entre el central y el lateral. Yo controlé y rematé con la izquierda a palo cruzado. Aún lo ví hace poco, la verdad es que me gusta recordar estos momentos», valora.