Las tensiones del mercado del alquiler de vivienda llegan a la costa de Ferrolterra: «Nadie quiere arrendar todo el año y los precios han subido un 30 %»
FERROL
La demanda desborda la oferta en Pontedeume, Cedeira, Ortigueira o Ares, por el temor de los propietarios a destrozos, impagos u okupaciones, y por el arrendamiento turístico
17 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La odisea de alquilar una vivienda para todo el año no es exclusiva de las grandes ciudades. En pequeñas poblaciones costeras de Ferrolterra, Eume y Ortegal se reproduce el problema: la demanda rebasa con creces la oferta y los precios se desbocan. «En Ortigueira no tengo ni una sola vivienda para alquilar [todo el año], y demanda hay, tengo un listín impresionante, pero la gente está decidiendo vender. Lo poco que hay es para temporada escolar, y el 30 de junio [el inquilino] tiene que estar en la calle, y a dónde va. Lo único, alquiler vacacional. En Cedeira, por debajo de 300 euros no hay nada, aunque sea un estudio, y los que están a 300 es porque llevan tiempo alquilados. Hoy a lo mejor serían 400», apunta Mary Carmen Martínez, del grupo Rey Álvarez, con oficinas en Ortigueira y Cedeira.
«En menos de un año se han disparado los precios. En algún caso, en Ortigueira, pedían 700 euros... esos precios no se pueden soportar y la gente ya ni pregunta cuando los ve», añade. En el otro extremo, en Pontedeume, «es dificilísimo encontrar para todo el año, ni siquiera pagando», señala Dolores García, de Eume Inmobiliaria. «En Ares hay poca oferta de inmuebles y la que hay está ocupada [...], con dos dormitorios anda entre 400 y 450 euros, eran precios que nunca se habían pagado aquí, estaban a 350 o 375, y ahora por todo lo que entra se pide eso», coincide María Barros, socia de B & B Asesores.
No solo faltan pisos o casas para arrendar, sino que cada vez más propietarios se decantan por el alquiler turístico. Laura Galdo, de la agencia Galicia Norte, con sede en Espasante (Ortigueira), lo atribuye a que «se cansan de que [los inquilinos] dejen el piso hecho un asco, la gente de todo el año no cuida la propiedad y tiene más rendimiento en la época vacacional, y queda en perfecto estado». Su empresa no solo gestiona el alquiler, sino también la limpieza y el acondicionamiento cuando cambian los huéspedes: «El dueño del apartamento no tiene que preocuparse de nada».
«No quieren alquilar por miedo a que no les paguen o a las okupaciones, no se sienten protegidos frente a esto», abunda Barros. Raquel Rodríguez, de Vilas Inmobiliaria, de Cedeira reconoce que algunos de sus clientes «tienen miedo y te dicen que si lo dejan todo el año se lo van a destrozar; otros no quieren animales y algunos prefieren sin niños». Las inmobiliarias consultadas corroboran que ni las okupaciones ni los impagos representan un problema real en la comarca, «al menos de momento». Hablan de «algún caso aislado de daños en el mobiliario» y, cuando un arrendatario no puede afrontar la cuota mensual, «lo normal es que se hable y no suele haber problema para aplazarla».
Sin embargo, la sensación general sí es de un riesgo creciente, «por lo que se ve en las noticias que pasa en las grandes ciudades». Pero el motivo de más peso suele ser el económico. «Hay poca oferta para todo el año, la mayoría quiere alquiler vacacional o temporada escolar (y aprovechan ellos, que han comprado aquí y viven fuera, para venir en verano); y si ya son de aquí, ven la posibilidad de sacar en verano el mismo rendimiento de todo el año», sostiene la representante de Vilas Inmobiliaria. «Los propietarios, en general, son más partidarios del alquiler turístico, porque el desgaste [del inmueble] es menor y sacan lo mismo. En Cariño está entre 200 y 300 euros al mes, unos 3.800 al año, y en verano, por dos meses, obtienes lo mismo», incide Florencio Trinquete, de la inmobiliaria Trinquete, de Cariño, la población más barata de la comarca,
Rodríguez asegura que en Cedeira, lo poco que aún se oferta para períodos largos «ha pasado de 250 a 300 (con una sola habitación) y de 400 a 450 o 500 (con tres dormitorios, dos baños y plaza de garaje)». Y hay quien, desesperado, paga 400 euros por un tercero sin ascensor ni plaza de garaje. Todas las agencias tienen largas listas de espera para conseguir alquileres para todo el año y todas constatan que los precios están al alza «porque los propietarios ven que todo sube». Todo, recalcan, salvo los salarios, «y con un sueldo solo es casi imposible pagar renta, agua, luz...».
Dolores García, Eume Inmobiliaria (Pontedeume): «Ofrecen algún piso de lunes a jueves, para disponer de él los fines de semana para turistas»
Pontedeume es uno de los municipios de la zona donde el mercado residencial presenta mayores tensiones, como corrobora Dolores García, de Eume Inmobiliaria: «No tenemos ni un solo alquiler disponible para todo el año, es una situación inaudita en 30 años de experiencia. Todo es alquiler vacacional, no hay nada y el precio subió un 30 o un 40 %, dependiendo del estado de la vivienda. Por lo que hace un año pedían 250 euros, hoy piden 350, y lo que antes valía 350, ahora está en 400 o 425, una barbaridad».
Y el horizonte no parece que vaya a despejarse, al menos a corto plazo. «Todo lo que se está comprando en el casco histórico es para negocio, para alquiler turístico, y todo con subvenciones, con dinero público», cuestiona. Sobre las ayudas directas para que los jóvenes puedan arrendar, alerta de que «la mitad se lo llevan los propietarios, si les dan 200 euros de subvención, 100 para el propietario y 100 de ahorro para el inquilino; en los contratos antiguos no lo pueden hacer, pero en los nuevos ha sido así».
Si hace un tiempo la agencia ofrecía tres o cuatro pisos de 200 euros al mes, otros tantos de 350 a 400, y lo mismo de en torno a 600, hoy está en mínimos: «Tenías en todo el abanico, para todas las economías [...]. Ahora es dificilísimo encontrar para todo el año y a alguna persona le han llegado a ofrecer un piso turístico de lunes a jueves, para dejarlo disponible para los fines de semana para turistas». Advierte «del daño que se hace hablando de okupas, y en Pontedeume o Cabanas no se conoce ni un caso».