Sindicatos y empresas del naval se reúnen para abordar las consecuencias del parón en Navantia
FERROL
Las organizaciones sociales piden a las auxiliares que no pongan en marcha ajustes de empleo
03 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Representantes de la Asociación de empresas del sector naval público de la ría de Ferrol mantuvieron ayer un encuentro con los sindicatos con representación mayoritaria en sus firmas ante la preocupación existente por las repercusiones que están teniendo las medidas de presión que se llevan a cabo en la antigua Bazán por las negociaciones del convenio colectivo. La plantilla directa acordó con su comité aplicar las denominadas medidas de no colaboración con la empresa por la falta de avances, lo que en la práctica implica la paralización de parte de la cadena productiva en el contrato de construcción de las fragatas F-110, en marcha en Navantia Ferrol. Este parón ha impactado de lleno en las empresas auxiliares que acometen mayoritariamente los trabajos de fabricación, de forma que las firmas han intentado paliar esa falta de ocupación adelantando vacaciones a sus operarios, aunque también han prescindido de los eventuales, y, en algunos casos, como el de Soemar, planteado un ERTE. Maessa también había previsto aplicar uno, pero por el momento no lo presentó formalmente.
Jorge Silveira, presidente de la mencionada asociación, explicó que habían pedido el encuentro con las Federaciones de Industria de CC.OO.; CIG y UGT para trasladar la preocupación por la situación. Afirmó que hasta ahora las obras en la división de Reparaciones permitieron paliar en parte el parón en la ejecución de las F-110, pero ya no es así. «Entendemos que cualquier trabajador tiene derecho a protestar para mejorar sus condiciones, pero esto repercute de manera muy dura sobre las industrias auxiliares», lamentó.
«Situación complicada»
Víctor Ledo, portavoz de la Federación de Industria de CC.OO., insistió en el respeto a las medidas de presión pactadas entre la plantilla de Navantia y su comité en el marco de la negociación colectiva, y subrayó que no estaban planteadas para repercutir en los trabajadores auxiliares. No obstante, admitió que, pese a su legitimidad, implican una «situación complicada, que hay que tratar de revertir».
Las reuniones entre el comité intercentros y la dirección de Navantia para continuar negociando el convenio colectivo no se retomarán hasta mediados de septiembre, y los responsables empresariales temen que los efectos de las medidas de no colaboración agraven aún más su situación.
Los portavoces sindicales piden que Navantia «deje de actuar de manera autoritaria, intentando mover bloques sin acuerdo con el comité» y reclaman a las empresas auxiliares que no abran procesos de regulación de sus plantillas, para intentar buscar un acuerdo. Además, las federaciones sindicales se reunirán con los delegados sindicales de las empresas en la búsqueda de soluciones.
Ledo reiteró la importancia de que «entre todos pongamos los mimbres» para solventar una situación que impacta de lleno en la plantilla auxiliar.