Jacobo y María, dos jóvenes «talentazos» de la cocina curtidos en los fogones ferrolanos de Illas Gabeiras
FERROL

A punto de finalizar sus estudios, él ha ganado el Premio Promesas de la Alta Cocina de Le Cordon Bleu Madrid y ella se ha llevado el Spainskills de panadería
06 jun 2024 . Actualizado a las 10:10 h.Los dos son muy jóvenes, todavía están estudiando el ciclo superior de Cocina, pero ambos ya trabajan desde hace tiempo en el salón de banquetes Illas Gabeiras de Ferrol y apuntan muy alto en el mundo de la gastronomía. «Cuando empezamos estaban como flanes, se ponían muy nerviosos y les daba miedo dar la cara en los showcookings, mientras que ahora tienen muchísimas tablas, explican las tapas con soltura y demuestran una gran profesionalidad. Los dos siempre mostraron un enorme interés por aprender, le pusieron muchas ganas al trabajo y nosotros lo único que hicimos fue encaminarlos», comenta orgulloso de sus discípulos Miguel Ángel Campos, jefe de las cocinas de Illas Gabeiras junto a Beatriz Sotelo, la chef que cosechó una estrella Michelin y un sol Repsol para el ya desaparecido restaurante La Estación de Cambre.
Los dos jóvenes «talentazos» destinatarios de sus elogios se llaman Jacobo Díaz (Cambre, 21 años) y María Bazar (Ponteceso, 20 años). Ambos se curtieron académicamente en las aulas del CIFP Paseo das Pontes de A Coruña y profesionalmente en Illas Gabeiras durante los últimos años. Y todo ese bagaje les ha llevado a alzarse como ganadores de dos importantes galardones que ya los avalan como jóvenes promesas de la cocina gallega. En abril, Jacobo se convirtió en ganador del Premio Promesas de la Alta Cocina de la escuela Le Cordon Bleu de Madrid, todo un referente a nivel nacional. Y por esas mismas fechas María se subió a lo más alto del podido del campeonato Spainskills 2024 en la categoría de panadería, lo que le valió el pase directo para la final mundial Worldskills que se celebrará el próximo mes de septiembre en Lyon (Francia).

Los dos están realizando ahora mismo las prácticas del segundo curso del ciclo superior de Cocina en el restaurante Culler de Pau —que comanda en O Grove el prestigioso chef Javier Olleros—, pero pronto regresarán al Illas Gabeiras para ofrecer sus últimos servicios en el salón de banquetes ferrolano.
Tras tres años «cogiendo tablas» durante la temporada de bodas y eventos en este templo gastronómico de la parroquia de Serantes, Jacobo pondrá rumbo al restaurante El de Alberto de A Coruña, su nuevo destino profesional, pero no se olvida de todo lo aprendido durante estos tres años en los fogones comandados por Campos y Sotelo.
«Para nosotros Illas Gabeiras ha sido como una segunda escuela en la que hemos cogido muchísima experiencia y aprendido un montón, porque no es lo mismo preparar un plato junto a otros veinte alumnos en el instituto que estar solo cuatro personas en la cocina y tener que sacar adelante un banquete para seiscientas personas», valora Jacobo, quien confiesa que su vocación por la cocina se la debe a Beatriz Sotelo, jefa en el restaurante de Ferrol y profesora en el CIFP Paseo das Pontes. «Se da la casualidad de que ella es mi vecina; cuando terminé la ESO yo estaba muy perdido y fue ella la que me animó a estudiar primero el ciclo medio de Cocina y más tarde el superior. Es mi gran referente y la maestra que siempre me ha apoyado en este camino», dice agradecido.
Con el mismo cariño hacia Illas Gabeiras y Beatriz Sotelo habla también su compañera María, quien este verano compaginará su trabajo con el salón de banquetes ferrolano con otro en la panadería Pan e Canela de A Coruña y los «entrenamientos» para el Worldskills de Lyon. «Bea y Miguel no solo nos enseñaron muchísima cocina, sino también a organizarnos, que es algo vital en cualquier restaurante. Y luego, por supuesto, también aprendimos de ellos el respeto por el producto y la importancia de dominar la base de la cocina tradicional antes de lanzarse a innovar», explica María sobre su experiencia en Illas Gabeiras.
Tras el verano y su participación en la competición de Lyon, la joven planea buscar trabajo fuera de Galicia o en el extranjero para explorar otras cocinas y «seguir aprendiendo», aunque a largo plazo acaricia el sueño de montar un restaurante propio en la Costa da Morte. Pero, de momento, todavía le quedan unos cuantos cocinados de sabor nupcial en Ferrol. Afortunados los novios de Illas Gabeiras.