Cuando ir al cine es una pesadilla: «Yo puedo gatear escaleras arriba, pero otra gente no iría»

Rita Tojeiro Ces / A.U. FERROL

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Mario Becerra utiliza el sobrenombre de «Paralitiktok» para reivindicar derechos en sus redes.
Mario Becerra utiliza el sobrenombre de «Paralitiktok» para reivindicar derechos en sus redes. JOSE PARDO

Mario Becerra denuncia en redes sociales que las personas con movilidad reducida tienen que colocarse delante de la pantalla, sin perspectiva

14 sep 2023 . Actualizado a las 14:12 h.

Las personas con movilidad reducida sufren grandes dificultades a la hora de acudir a un cine que no está bien adaptado, aún cuando se habiliten medidas específicas para estos usuarios. Es lo que pone de manifiesto el vídeo que un joven ferrolano, afectado por el problema, subió a sus redes sociales (_paralytikman)con propósito reivindicativo y con su publicación, da el primer paso para remediarlo.

Mario Becerra Rodeiro es un espectador habitual de cine que usa silla de ruedas y además es el autor del vídeo, publicado hace menos de un mes, que trata de explicar «algo tan simple como venir al cine para nosotros es todo un rollo innecesario», indica el perjudicado en la presentación de la grabación. «Yo porque hago esta operación de gatear escaleras arriba, pero otra persona en una situación parecida o peor se quedaría abajo o directamente no iría», relató el usuario.

 
 
 
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El afectado informó de que en el cine que utilizó de ejemplo para grabar el vídeo se señaliza una zona en la parte delantera como reservada para las personas con movilidad reducida. Becerra describe que el espacio destinado a estos clientes «está a pie de pantalla y no hay rampas hacia una mejor perspectiva», por lo que concluye, en clave de humor, que al terminar la película deben pedir cita con el quiropráctico.

El contenido dejó huella en María del Mar López Díaz, una seguidora que no tiene ninguna relación directa con el problema, más allá de que «a cualquiera nos puede pasar», manifestó la comprometida. Así pues, dos personas desconocidas se ponen en contacto por una causa común a la totalidad de la población. Cuando Becerra publicó el vídeo apenas tenía esperanza de que tuviese algún tipo de repercusión, a mayores de la concienciación de las personas que lo viesen. No obstante, López fue más allá y a día de hoy está en trámites de contactar con una asociación próxima que persigue la plena inclusión de las personas con discapacidad, para tratar de promover la búsqueda de soluciones útiles para los afectados.

«Es un fastidio porque nos ponen abajo del todo y es que cualquier persona en esa perspectiva no se enteraría de nada», expresó Becerra, una opinión que también comparte López, que indicó que «a ninguno nos gusta situarnos en la zona inferior, sino que todos solemos querer un asiento de la mitad para arriba». Cada vez que Mario Becerra acude al cine solicita una entrada en la fila de en medio o superiores, deja su silla de ruedas en la parte habilitada y se desplaza como puede, utilizando sobre todo las manos, para acceder a las escaleras y después a su butaca.

«Hay niños en silla de ruedas que no van al cine por este problema», declaró María del Mar López, en referencia al remedio que muchas veces se ven obligados a aplicar los afectados, que es directamente no acudir a los cines, al menos a aquellos sin adaptar. La usuaria apuntó además la importancia que podría suponer para las propias empresas, que en caso de proporcionar una solución, ampliarían sus clientes.

«El cine es un derecho para poder disfrutar todos», expuso Mario Becerra, que usa sus redes sociales para denunciar diversos retos a los que debe enfrentarse. Además, el afectado quiso aclarar que se trata de una necesidad social y no un caso particular.