De Colombia a Ferrol para iniciar una nueva vida: «Allí no hay seguridad ni trabajo»

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL

Cñesar Montalvo, retratado este miércoles a las puertas de la Cocina Económica
Cñesar Montalvo, retratado este miércoles a las puertas de la Cocina Económica JOSE PARDO

César Fontalvo es uno de los nuevos usuarios de la Cocina Económica, donde las colas del hambre han crecido con la llegada del verano

03 ago 2023 . Actualizado a las 12:22 h.

Pocos minutos antes de la una del mediodía espera pacientemente su turno para sentarse a la mesa en la Cocina Económica de Ferrol, donde las llamadas colas del hambre han aumentado con la llegada del verano. Si en junio se atendía a una media de 150 personas, la cifra subió a 171 en el mes que acaba de deshojar el calendario. Se llama César Fontalvo, dejó Colombia hace apenas veinte días y es uno de los nuevos usuarios que ha hecho engordar las estadísticas en el comedor social de la calle Rubalcava.

Su historia guarda similitudes con las de otros emigrantes que acuden a diario a la Cocina Económica. Como otros muchos colombianos o venezolanos, César abandonó su tierra natal por la «inseguridad» y la «falta de oportunidades laborales». «Mi hermana fue víctima de una extorsión y a mí me arrancaron una cadena del cuello cuando iba en el bus. Allí no hay seguridad ni tampoco trabajo. Más que vivir se sobrevive», relata César, electricista de profesión.

Pero, además de ese páramo laboral y del aumento de muertes violentas, extorsiones y hurtos, hubo otra razón por la que este colombiano decidió dejar Barranquilla, donde vívía. Cuenta que hace tres años se casó en con su segunda esposa, una colombiana afincada en Ferrol desde hace ya tres lustros, y tras arreglar varios asuntos familiares y laborales en su país, este verano llegó la hora de reencontrarse en la urbe naval. «Ahora ella está en el Reino Unido, adonde se marchó por una temporada para trabajar como limpiadora, pero en pocos días regresará y por fin estaremos juntos», cuenta César.

A la espera de arreglar sus papeles y legalizar su situación en España, explica que su objetivo ahora es echar raíces en Ferrol junto a su pareja, estudiar y encontrar un trabajo para construir una nueva vida a cientos de kilómetros de su país. «Ahora mismo no echo de menos Colombia, solo añoro a mis hijos. Ya son grandes, pero los veía a menudo y se hace duro estar lejos de ellos», comenta.

Antes de la despedida, César revela su intención de estudiar un ciclo de FP relacionado con su oficio de electricista, para tener así un título que avale sus competencias profesionales, y expresa su gratitud hacia todo el personal de la Cocina Económica. «Me vine con ahorros, pero tengo pocos recursos, y mientras no encuentre trabajo, esto supone una gran ayuda».

Una treintena de comensales más que hace un año

Los usuarios diarios a los que atiende la Cocina Económica de Ferrol han aumentado con respecto a la pasada primavera (abril y mayo), pero también si se comparan con los que accedían al comedor hace un año. Si en julio del 2022 acudían una media de 137 usuarios cada día, el pasado mes la cifra ascendía a 171.

María Sanjuán, trabajadora social de la entidad, explica que este incremento ha venido propiciado sobre todo por un aumento del flujo migratorio. Y las cifras así lo confirman: si en julio del 2021 los comensales extranjeros representaban un 16 % del total, el mes pasado ya eran el 38%. La mayoría proceden de Colombia y Venezuela, y en menor medida, de Perú y Cuba.