Sito Sedes: «A mí me quedan los recuerdos, la música, los amigos y lo que he vivido»

r. loureiro FERROL / LA VOZ

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Sito Sedes
Sito Sedes ESTEVO BARROS

Afirma que «las verbenas de antes se parecían muy poco a las de ahora»

31 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Sito Sedes (Narón, 1946), cantante de Los Satélites durante la edad de oro de las grandes orquestas de baile de Galicia, vuelve a pasar el verano de escenario en escenario. «Pero a otras horas, no como antes —dice él, bromeando—. Yo ya no estoy para actuar en las verbenas durante la noche. Y, menos que nunca, con los horarios de ahora, en las que se prolongan casi hasta el día siguiente. Actúo donde me llaman, y voy, por supuesto, encantado —comenta—. ¡Pero de día...! Cosa que mi público, que en gran parte es de mi edad —añade, sonriendo de nuevo—, también agradece»,

—El mundo de las verbenas ha cambiado mucho...

—Muchísimo. Las verbenas no se parecen en nada a lo que fueron en mis tiempos. Las verbenas de antes se parecían muy poco a las de ahora...

—Y a usted le gustaban más las de antes.

—Por supuesto. Muchísimo más. Pero, ¡ojo!, yo no tengo nada contra lo que hay ahora. Todo lo contrario. Por favor, que nadie me malinterprete. Digo simplemente que echo de menos aquello. Sobre todo porque fue mi vida.

—¿Qué ha cambiado?

—Hombre, ha cambiado casi todo. También musicalmente. Además, aquellas eran unas verbenas en las que se iba a bailar. No se iba a estar quieto, mirando para la orquesta, como ahora. Se iba a participar de la fiesta, no solo a ver un espectáculo. Y, sin embargo, que nadie se engañe: entonces la gente entendía mucho de música, y sabía valorar muy bien qué orquesta tenía calidad y cuál tenía un poquito menos.

—¿Llegó a imaginar alguna vez que las verbenas podrían llegar a convertirse en el fenómeno que son hoy en día?

—No, por supuesto que no. Eso también tengo que reconocerlo: no creí jamás que pudiera pasar algo como lo que está pasando hoy, con verbenas que atraen a decenas de miles de personas. Es que, verás...

—Dígame.

—El mundo de las verbenas yo lo vi al borde del abismo, a punto de desaparecer. Las fiestas de Galicia empezaron a dejar de celebrarse una tras otra. Y en muchos lugares en los que se seguían celebrando gracias al esfuerzo y a la generosidad de los vecinos, la gente ni siquiera iba.

—¿Cuándo fue eso, exactamente??

—Yo diría que, sobre todo, en los años noventa. En ese momento llegué a creer que el proceso era imparable y que las verbenas desaparecerían para siempre. Pero no fue así. Hoy son otra cosa, pero han vuelto. Quizás con más fuerza que nunca. Aunque yo no diría que con el encanto de antes.

—¿Cómo eran aquellas verbenas que usted tanto añora?

—Eran algo en lo que reinaba el afecto. Nos sentíamos muy queridos. Percibíamos que éramos una parte fundamental de aquellas fiestas en las que se reunían familias enteras en las casas, para comer juntas y pasar la sobremesa hablando, riendo y, muchas veces, también cantando. Y todo eso antes de volver al campo de la fiesta para bailar y para ver tocar a la orquesta de nuevo.

—Usted canta ahora, sobre todo, boleros.

—Sí, claro. En esta etapa de mi vida me siento más cómodo que nunca cantando boleros. No solo boleros, ¡ojo! Pero en el bolero me siento muy cómodo.

—¿Qué le parecen las orquestas que más brillan hoy en Galicia?

—Valoro mucho su trabajo. Ya he dicho que yo vengo de un tipo de orquesta muy diferente, pero sigo su trabajo muchísimo. Soy consciente de que todo ha cambiando. Pero a mí me quedan los recuerdos, la música, los amigos y todo lo que he vivido.