Una oftalmóloga de Pantón viaja a una de las zonas más pobres de Senegal en misión humanitaria

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

Ana González, oftalmóloga
Ana González, oftalmóloga JOSE PARDO

Ana González parte hacia Kédougou para consultar y operar a cientos de personas mientras busca fondos para un centro

28 may 2023 . Actualizado a las 14:48 h.

El verano del 2015 la oftalmóloga Ana González llegó a Calcuta por primera vez para participar en una campaña de revisión de ojos: realizó cerca de tres centenares de diagnósticos. El mes de enero siguiente ya estaba de vuelta en India para hacer muchas más consultas. Poco tiempo después se unió a las misiones humanitarias de la oenegé Azul en Acción y ya son decenas los viajes solidarios que ha realizado a diferentes puntos de Senegal.

El próximo será en breve, porque en unos días regresa a África con la misma misión: devolver la vista a cuantas personas se acerquen a su hospital de campaña, donde trabajará de sol a sol, como en todos estos viajes. Cuando la población de la zona se entera de la llegada de los médicos de Galicia emprenden viajes, a veces a pie y durante días, para ponerse a la cola en la que les ayudan con sus problemas de ojos.

Kédougu, al suroeste

La visita solidaria de esta primavera no estaba planeada, pero en cuanto la oenegé le informó del destino, y de las necesidades, Ana González quiso dar un paso al frente: «Es que se va a Kédougou, la mayor localidad del sureste de Senegal y donde la gente es muy pobre, los pacientes que nos llegan de esa zona vienen muy mal, es un lugar donde se necesita mucho que vayamos», cuenta esta oftalmóloga de Pantón afincada en Ferrol donde dirige el Instituto Gallego de Cirugía Ocular desde hace 25 años.

Sin la vista no hay vida

Cada vez que Ana se cruza con un senegalés en las calles de Ferrol lo detiene para preguntarle de dónde es y recordarle que tiene que revisarse la vista y lo invita a su Instituto Gallego de Cirugía Ocular (IGCG), porque el glaucoma en su país es un mal endémico. Se trata, además, de una enfermedad que no avisa, en un par de años una persona joven puede quedarse ciega sin remedio, cuando el tratamiento es simplemente usar unas gotas. «Aquí no ves a nadie joven ciego por glaucoma o catarata, pero allí es muy común y sin la vista no pueden trabajar, ni ver los peligros y por lo tanto están condenados a la muerte», cuenta una especialista que se lleva a Senegal los últimos avances que compra para su consulta del IGCO, en la calle de la Tierra, y contenedores enteros de gafas donadas por los clientes en la propia clínica y en cada una de las ópticas Noroeste en la ciudad y el resto de la comarca.

Las lentes son fundamentales para complementar los tratamientos. Para un niño miope, por ejemplo, suponen que pueda retomar la escuela con el resto de niños o la vida diaria.

El otro gran proyecto de Ana González es buscar fondos para crear un hospital en Senegal. Un recurso fundamental para ayudar a más gente y que se realice un seguimiento a las personas que consultan. Este también sería un espacio fijo de referencia todo el año que formaría a sanitarios de la zona. Ya tienen los terrenos y mucha burocracia avanzada. Por eso, el mes que viene se celebrará una gran gala en el Jofre que marcará el inicio de una acción para recaudar fondos para este espacio sanitario.