Mario Bermejo: «Tengo gran esperanza; mi energía está puesta en que el Racing suba»

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

OPA RACING

Mario Bermejo y Iago Aspas en una imagen tomada en A Madroa.
Mario Bermejo y Iago Aspas en una imagen tomada en A Madroa. Oscar Vázquez

La icónica leyenda del gol admite tener el corazón dividido, aunque como miembro de la secretaría técnica del Celta su principal objetivo es la clasificación de los olívicos para el «play off»

27 may 2023 . Actualizado a las 21:18 h.

Entre dos aguas navega el corazón del exjugador Mario Bermejo (Santander, 1978), cuyo estelar paso por Ferrol en los primeros años del nuevo milenio resuena estos días en la ciudad como una suerte de amuleto para la capital cita de esta tarde en A Malata.

Después de colgar las botas en el año 2014 a sus 35 años, el santanderino se integró en la secretaría técnica del Celta de Vigo, club en el que había militado desde el 2011. Casi una década más tarde, el futbolista que participó en la gesta del ascenso del Racing a Segunda División en la campaña del 2003-2004 se mantiene vinculado al equipo albiceleste que puede convertirse en verdugo de los ferrolanos y arrebatar a la ciudad la posibilidad de cantar el alirón.

«Estoy trabajando en la secretaría técnica y mi club es el Celta, pero mi corazón también guarda un inmenso cariño al Racing de Ferrol y lo tengo dividido porque profesionalmente quiero que el Celta cumpla su objetivo pero también que la ciudad de Ferrol pueda vivir una alegría con el equipo». Así condensa Bermejo los sentimientos encontrados que se agolpan en su cabeza a horas de un duelo decisivo entre dos equipos que marcaron su carrera, según él mismo indica.

Y es que en el actual combinado que dirige Cristóbal Parralo hay jugadores como Álex López con los que Bermejo compartió vestuario y con el que mantiene una relación de amistad. Un extremo que hace inevitable que el exfutbolista que vistió la elástica verde quiera que se alineen los astros y que ambos equipos finalicen el duelo cumpliendo sus objetivos.

«Tengo una gran esperanza; mi energía está puesta en que pueda subir el Racing. Me encantaría. Esta semana lo comentaba con compañeros del trabajo aquí en Vigo y les decía que sería una alegría inmensa y esperemos que pueda ser así», valora. Lamenta también la leyenda racinguista que la casualidad haya motivado que la gloria del Racing dependa de lo que haga su actual equipo. «Fue a darse en el partido menos adecuado porque nosotros nos estamos jugando el meternos en play off, que no era el objetivo al principio de temporada y que, después de la trayectoria del equipo, sí nos lo marcamos como meta y es un partido difícil en cuanto a sentimientos», reflexiona el actual miembro de la secretaría técnica albiceleste.

«En este camino nos encontramos con esta tesitura de tener que jugar contra un equipo como el Racing, que creo que aquí en Vigo le tienen un gran cariño y seguro que todo el mundo quiere que ascienda, pero nosotros también queremos cumplir con nuestro objetivo. Ojalá se puedan dar las dos cosas y que ambos equipos puedan celebrar un ascenso», expone el cántabro afincado en la ciudad olívica.

La huella de una gran etapa

A pesar de que este año no ha podido presenciar ningún choque del Racing en directo ni vibrar con el renovado ambiente de A Malata, Bermejo tiene a Ferrol y al Racing muy presentes. «Mi etapa allí fue sensacional a todos los niveles. En lo personal, en lo deportivo y en el plano individual», rememora sobre su llegada a la urbe naval en la campaña 2003-2004 en la que el Racing logró auparse de nuevo a la categoría de plata tras un reñido play off de ascenso y un último partido en el que se pudo celebrar pese a caer por la mínima a domicilio ante el Atlético de Madrid B.

«Las cosas salieron bien desde el principio, ascendimos y fenomenal; el año siguiente fue también muy bueno», concluye sobre ese año y medio en el vistió la elástica verde y en el que se ganó el afecto de una afición a la que veinte años después tampoco olvida.

«Los años de Vigo, Jerez y Ferrol fueron los más bonitos»

Mario Bermejo celebrando un tanto en la campaña en la que se proclamó pichichi de Segunda División.
Mario Bermejo celebrando un tanto en la campaña en la que se proclamó pichichi de Segunda División. CESAR TOIMIL

Recaló en Ferrol en el mercado invernal y pronto se convirtió en icono del racinguismo. El legado del cántabro Mario Bermejo, único jugador del Racing que logró alzarse con la distinción de pichichi en la categoría de plata en la historia del club, sigue muy presente. A pesar de que valoró otras opciones, el futbolista finalmente se decantó por un proyecto que, admite, marcaría su carrera.

—¿Cómo recuerda el ascenso de la temporada 2003-2004?

—Cuajé muy bien allí en Ferrol y a nivel deportivo fueron las cosas sensacional. Llegué en el mercado de enero a una plantilla con una dinámica muy buena y yo aporté un poquito más de profundidad a la plantilla. El ascenso lo recuerdo como si fuera ayer.

—El premio llegó después de una derrota con el Atlético de Madrid B...

—El grupo que nos había tocado era complicado. Nosotros veníamos fuertes de la temporada. Cumplimos nuestro cometido, en A Malata empezamos especialmente bien porque el primer partido en Sevilla ganamos y después también en casa y los resultados de los otros equipos nos dieron una ventaja que nos permitió, aún siendo raro, ascender con tres victorias y tres derrotas.

—La temporada siguiente, si cabe, fue todavía mejor para ti. Pichichi en Segunda y 25 goles.

—El año siguiente fue también muy bueno porque yo venía de jugar en Segunda B y haber debutado en Primera muy joven y no acababa de obtener esa continuidad que me permitiera mostrar lo que yo podía aportar. Esa temporada me dio ese último empujón para anclarme en el fútbol profesional y fue muy importante. A nivel individual logré, a través de trabajo y el buen hacer del equipo y de la forma de jugar que me venía muy bien, un objetivo con el que no contaba al principio de la temporada.

—¿Qué recuerdo guarda de esta etapa en el equipo y la ciudad?

—Es una etapa muy buena a nivel profesional y también en lo personal. Vigo, los tres años de Jerez y el año y medio de Ferrol son los que considero más importantes en mi carrera y también más bonitos. El Racing me convenció porque creía que tenía una buena base de equipo, cuerpo técnico, instalaciones y ciudad.